Con un Carlos como Mejor Atracción en Espectáculo en mano, Andrés Teruel, el hombre que acompaña todas las noches a Carmen Barbieri en el teatro Melos con La gran revista de Carmen, es sin dudas una de las revelaciones de la temporada. Oriundo de Córdoba, el artista contó a Teleshow cómo es compartir escenario con la diva, recordó sus días como artista callejero y habló de sus planes a futuro.
De Capilla del Monte, es la primera vez que hace temporada en Carlos Paz: "El cordobés es un público excelente, es fácil de hacer reír, pero es una responsabilidad", dijo el cantante y actor que asegura que está "disfrutando a pleno" sus días en las sierras.
Su camino como artista cordobés fue inverso, ya que antes de poder trabajar en Carlos Paz, había estado en Mar del Plata, en Buenos Aires y en varios puntos del país. Incluso el año pasado hizo temporada en "la Feliz" con los mismos productores de La gran revista de Carmen: "Ella ya me conocía así que no hubo casting ni nada, y fue muy bueno que me viera, porque vine a cebar mate al casting que se hizo y había mucho humorista muy bueno, era un lugar muy apreciado por los colegas".
Estar con Carmen en el teatro es un lugar muy apreciado por los colegas
En el espectáculo hay 20 artistas en escena y otras tantas personas tras bambalinas. En una gran puesta de sonido, luces y vestuario, junto con Roberto Peña, Mariquena del Prado, Flor Marcasoli, Carmen y elenco, Andrés se luce con varios cuadros que van desde lo humorístico hasta lo músical.
Tanto él como sus compañeros participaron del armado de la rutina para que, como debe ser en una revista, no falte nada: "Hubo que coordinar que un cuadro sirva para darle tiempo al que sigue. No es logística, ¡es un caos!, gente que va y viene, se terminan de vestir cuando suben, hay adrenalina, se adelgazan 4 kilos por temporada".
¿Quién es Andrés Teruel?
A la hora de definirse, se asume como "cantante", aunque de inmediato aclara: "Pero me gusta hacer reír a la gente". De Capilla del Monte, tiene 43 años y hace más de 20 que vive en Buenos Aires y se dedica a la música.
Yo soy cantante, pero me gusta hacer reír a la gente. Empecé como artista callejero
"Empecé como artista callejero, en Buenos Aires trabaje en trenes, subtes, peatonales. Siempre le tuve confianza a la guitarra y estaba seguro que me iba a sostener económicamente. Hubo épocas malas y recurrí a la calle", claro que todo eso le dejó una enseñanza que lo ayuda a ser quien es hoy arriba del escenario: "Ahí aprendí de los colegas que se la rebuscan. La cosa no es qué, sino cómo llegar la gente, tenía que hacer que en tres minutos se engancharan y me dejaran propina".
También trabajó durante el 2004 y 2005 a la gorra en la rambla de Mar del Plata, pero recuerda que la primera vez que subió a un escenario fue en la escuela: "A las maestras les gustaba como tocaba la guitarra, no había acto en el que no cantara. Después laburé comercialmente en peñas, restaurantes, viajé con la guitarra… me regaló todo lo que sé y lo que tengo. Empecé como cantante folklorista, después canté tango e hice teatro lírico, por eso siempre en las obras canto algo de ópera", recordó y aunque hace más de dos décadas que trabaja en el ambiente, asegura que siempre siente ansiedad antes de las funciones y que tiene "un montón" de cábalas, como repetir el San Pugliese.
Casado y sin hijos, Andrés vive en Ramos y en su tiempo libre le gusta hacer deporte, practica triatlón y bucéo de apnea (sin equipo) y asegura que aguanta un minuto y medio debajo del agua. Siempre que puede vuelve a su Capilla del Monte natal a hacer el "golpe de pueblo", comer un buen asado y visitar a su familia.
Sobre el futuro
Mientras disfruta de una gran temporada de la mano de Carmen, le gustaría hacer ficción ya que se considera "un caradura". Si bien realizó varias participaciones en la pantalla chica en Morfi, todos a la mesa, Fox y otros ciclos, asegura que aunque la tele no es su ámbito, podría acostumbrarse rápidamente : "En el escenario me siento como en casa, porque tengo la respuesta inmediata del público".
Compartir escenario con Barbieri es una gran oportunidad y el resultado de muchos años de trabajo: "Hago todo de a poco, trabajo de hormiga, si llego que no sea por un escándalo o por un lío. Es mas difícil pero tiene más cimiento, tardás más en levantar los ladrillos, pero son más fuertes".
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