Candelaria Tinelli no va a dejar de tatuarse. Le guste a quién le guste, o no: a ella le da igual. Y no le falta razón: es su cuerpo. Le pertenece. Y dentro de esa fisonomía, muy pocos centímetros cuadrados de su piel todavía están al descubierto, vírgenes de tinta, desprovistos de un dibujo, una frase, un animal, lo que fuera. Por ahora.
La hija de Marcelo Tinelli ya está evaluando un nuevo tatuaje (no suele pasar más de un mes sin hacer uno). Y en su cuenta de Instagram, donde eliminó la posibilidad de que sus seguidores -¡casi dos millones!- comenten sus fotos, Cande exhibió la zona a cubrir: ¡su axila!
Dicen los que saben que es una de las partes del cuerpo donde la aguja genera mayor dolor. Infrahumano, lo definen algunos. Pero la artista plástica ya sabe de qué se trata: tatuarse la cara -lo hizo, claro- resulta aún más doloroso. Y por si fuera poco, ya tiene tatuada la otra axila:
Eso sí, la it girl no dejó pistas sobre cómo será su nuevo grabado, quizás para que nadie se lo copie antes de habérselo realizado… No obstante, se permitió dejar una confesión sobre su situación sentimental.
Pero, ¿qué es lo que no le importa? Haberse arrepentido de su último corte de pelo: ahora lo lleva muy corto. Y tardará varios meses en alcanzar el largo que lució hasta hace unos días.
¡No importa Cande! El amor va y viene, y la cabellera -más temprano que tarde- recuperará su esplendor. Lo único que queda son los tatuajes.