Cuando Nico Vázquez volvió a subir al escenario demostró su fortaleza. Hacía apenas dos semanas había fallecido su hermano, Santiago, y lo repentino y sorpresivo de su muerte tiño de negro a todo el ambiente del espectáculo. Esa noche en Mar del Plata, en el reestreno de El otro lado de la cama, el actor se mostró muy conmovido.
"Quiero agradecer a mis amigos, a mi familia que me sostiene y al público agradecerle de por vida", dijo luego de manifestar que extraña todos los días a su hermano. Minutos después, entre lágrimas, aseguró: "Vamos a seguir adelante y nunca me voy a olvidar de este día". El apoyo del público, pero también de todos sus colegas y el ambiente y artístico, fue contundente.
Sin embargo en aquel reestreno hubo un detalle que todos se le pasó por alto: en la cara anterior de su antebrazo derecho tenía un nuevo tatuaje. La palabra "Santi" en letra manuscrita dejaban constancia en su piel del amor que le tuvo y aún le tiene a su hermano.
Porque como dice el Martín Fierro de José Hernández: "Los hermanos sean unidos porque ésa es la ley primera". Aunque Santiago ya no esté, su vínculo emocional sigue estando, al menos para Nico, que lo recordará por siempre.