La imagen de aquí arriba es la primera que Amalia Granata posteó en las redes junto a su hijo, Roque Squarzon. Es cierto: casi ni tuvo tiempo de hacerlo, ya que el bebé nació el 14 de diciembre. Y el tiempo en esta nota es una circunstancia clave…
Pero antes, el contexto. "Su primer viaje en barco", escribió la periodista al pie de la imagen, y apenas si hace falta una explicación. Amalia, su bebé y su novio, Leo Squarzon, viajaron a Punta del Este para recibir Año Nuevo en la ciudad uruguaya preferida de los argentinos. Y se alojaron en un departamento con vista al mar, del lado de la Mansa.
Y estando a unos pasos de la arena -tomando los recaudos del caso, por supuesto, para que el sol no afecte a Roque-, los tres suelen bajar a la playa. Fue así como Amalia sorprendió al subir a las redes una foto que le tomó Squarzon, con una malla enteriza y de frente a la cámara (o el celular), a sólo dos semanas y media de haber tenido su segundo hijo.
"Transitando el puerperio con mi enteriza", contó Granata, señalando entonces la marca que le facilitó la prenda (el canje ¡siempre presente!). Y se entusiasmó: "18 días, 11 kilos. Faltan 10. ¡Vamos por mas!", dijo, recibiendo los elogios de sus seguidoras y también alguna que otra crítica, porque así son las redes sociales.
No es la primera famosa que sorprende con una recuperación tan veloz: en el último tiempo lo hicieron Rocío Guirao Díaz (tras la llegada de Roma) y Floppy Tesouro (flamante mamá de Moorea), por ejemplo, con una diminuta bikini y en malla enteriza, respectivamente. Pero la pregunta de una seguidora de Amalia, quizás reparando también en aquellos casos, es casi contagiosa: "¿Cómo hacen?".
Todavía no lo sabemos. Pero los resultados están a la vista.