En octubre de 2015, Celeste Muriega y Lizy Tagliani tuvieron un intercambio en Twitter que se disipó antes de llegar a convertirse en un cruce. Sucedió porque un integrante del jurado del Bailando por un sueño dijo que la morocha había hablado mal de Lizy. Una polémica más del certamen, claro. Entonces hubo mensajes cruzados entre las dos: aclaración de un lado, reconocimiento del otro, flores de aquí, ramos de allá…
¡Pero Lorena Muriega sintió que debía interceder! Y le habló a Lizy, directamente: "Soy la hermana de Celeste, y te juro por mi familia entera que mi hermana no es una persona que hable mal de nadie. ¡Sólo baila!"
Hoy, Lizy y Celeste son compañeras en la obra Liberate. Y Lorena sigue defendiendo a su hermana menor, como lo hizo en Twitter a fines de 2015, como lo hacía en la infancia compartida en Haedo, cuando a la par acunaban el sueño de convertirse en bailarinas.
Al punto que cuando Lorena tenía 18 años y Celeste ¡apenas 15!, se presentaron en 30 segundos de fama, el popular segmento que tiempo atrás Marcelo Tinelli conducía en su ShowMatch. ¡La rompieron con la salsa! Y también armaron revuelo con su belleza: se llevaron los aplausos de José María Listorti, Álvaro Navia y varios integrantes más del programa. "¿Qué están tomando? ¿Qué les dan de comer mamá y papá? -se sorprendía el pelilargo conductor-. ¿Bailan bien? Bueno, vamos a ver… ¡Simpáticas son!"
Por obra del talento, el destino, la perseverancia, la fortuna, o vaya uno a saber qué, fue Celeste quien terminó consiguiendo un lugar propio en el espectáculo. Primero de la mano de Ricardo Fort, quien la convocó para una de sus obras, y más tarde bajo el ala de Carmen Barbieri, quien la eligió como una de sus vedettes. Pero eso sí: siempre al margen de las polémicas, porque usted sabe, "no es una persona que hable mal de nadie; ¡sólo baila!".
Y sí, no es casual: junto con su mejor amiga, la psicóloga Alejandra Domínguez, Lorena es la gran confidente de Celeste. Es ella quien le advirtió más de una vez que, aún en un medio tan hostil como el espectáculo, podía construir su camino al margen del escándalo mediático. Y es que tanto la apoya que, meses atrás, la rubia sorprendió a la morocha al tatuarse su nombre en una pierna:
"¡Estás reloca! ¡Tenías que ser Muriega!", le escribió Celeste al mostrar -no sin orgullo- el tattoo de Lorena. Porque las hermanas tienen en común mucho más que esa locura de los Muriega, y la pasión por la danza, y la complicidad. También son muy bonitas. Sino, preguntarle a Tinelli, Listorti y compañía…