"El pecado capital que puede cometer un cineasta es aburrir", dijo Eliseo Subiela en una entrevista realizada años atrás. El recordado director de cine, creador de hitos de la cinematografía local como Hombre mirando al sudeste (1986) y El lado oscuro del corazón (1992) murió este domingo 25 de diciembre durante la madrugada.
Tenía 71 años y una vasta carrera que durante décadas ha deslumbrado a muchos espectadores. Decía que el peor elogio que recibió en su vida fue cuando le dijeron: "tu película no parece argentina, es buenísima". Él era un gran defensor del cine nacional.
Cerca de 20 películas ha rodado a lo largo de sus más de 50 años en la profesión. Comenzó en 1963 con Un largo silencio -un cortometraje en blanco y negro sobre el Hospital Borda- y, tras tener poca actividad durante los años 70, volvió a la carga en 1981 con La conquista del desierto con Arturo Puig como protagonista. Cinco años después llegaba su gran film Hombre mirando al sudeste, que la crítica jamás dudó en ubicarla dentro de las mejores 10 películas de la historia del cine nacional.
En septiembre había salido de un infarto. Se asustó, obviamente, pero lo hizo recapacitar sobre sus hábitos y lo había ayudado a perderle el miedo a la muerte, según él mismo confesó en una entrevista en Clarín: "El infarto fue una de las mejores cosas que me pasó en la vida. Es un trabajo insalubre el cine. Yo entendí la señal y cambié todo, hago actividad física".
Recuperado, se había embarcado en un nuevo proyecto: la realización de Corte Final, un film que sería un homenaje a la pantalla grande. Los acotes elegidos: Miguel Angel Solá y Selva Alemán.
Aún se desconocen los motivos del deceso, sin embargo en las redes sociales muchas cinéfilos se han pronunciado muy tristes por esta gran pérdida para el arte y la historia argentina.
Por pedido de su familia, sus restos serán velados sólo durante una hora, mañana de 11.30 a 12.30 en el Jardín de Paz, en Pilar.