Esa síntesis tan argenta llamada Esperanzo la carroza dejó una frase memorable en boca de una actriz uruguaya: "Yo hago puchero, ella hace puchero; yo hago ravioles, ¡ella hace ravioles!", decía una exquisita China Zorrilla. Y esa máxima es repetida hasta el hartazgo porque la envidia, los celos, las miradas de costado, son una propiedad bien nuestra. Pasa tanto en ese barrio porteño de la película como en nuestra farándula, que al fin es ¡común y corriente! pese que busca distinguirse con un falso glamour.
Así las cosas, Barbie Vélez y Laurita Fernández podrían exclamar al unísono: "Yo salgo con fulano, ella sale con mengano; yo salgo con mengano, ¡ella sale con mengano!" Porque en los respectivos prontuarios amorosos de la modelo y la bailarina podrían hacerse varios tildes que marquen una coincidencia: por turnos (¿y no siempre?) salieron con los mismos famosos. Los dilemas -revelados en esta crónica- son dos: quiénes son esos príncipes azules, y quién de las dos "cantó pri" con cada uno de ellos.
Uno es obvio: Federico Bal. Es el caso que surge de inmediato por ser el más reciente, y el más famoso. El hijo de Carmen Barbieri y la hija de Nazarena Vélez intentaban reflotar la pareja luego de una ruidosa separación en el verano de Villa Carlos Paz cuando Laurita apareció en escena; o más bien, en la pantalla del celular del actor. ¡Para qué! La discusión entre Fede y Barbie por ese presunto affaire llegó a semejante nivel de violencia, que sus consecuencias se dirimen en la Justicia.
"¿A quién querés ver menos: a Fede o a Laurita?", le preguntó Ángel De Brito a Bárbara, cuando re debutó en el Bailando. "¡A él! Ella no me interesa… ¡Cero!", respondió tajante la actriz. Pero esa postura indeclinable excedía la figura de Fede Bal. Antes fue cimentada por otros nombres.
Gastón Soffritti
Así como lo ven -bueno, justamente por eso mismo- este actor que empezó a ganarse un nombre en las novelas de Cris Morena, y que compuso una recordada dupla en Patito Feo con la divina Brenda Asnicar, logra encantar a las mujeres. Y las famosas lo son. Como los pilotos de guerra que pintan en el fuselaje cada avión derribado en combate, Soffritti podría tatuar su espalda con la silueta con sus conquistas más célebres: entre otras, Agustina Córdova, Noelia Marzol, Candela Vetrano ¿y Guillermina Valdés cuando compartían escenario en Sexo con extraños, y la rubia estaba distanciada de Marcelo Tinelli?
En enero de 2014 Laurita venía sin la fama de hoy en día, y con una separación a cuestas de Federico Hoppe… ¡como hoy en día! Así arribó ese año a Mar del Plata para ser parte del elenco de Copycat, del humorista Fernando Ramírez. Y así fue como una tarde pactó un encuentro con Gastón, cuya familia veranea todos los veranos en La Feliz. Se conocían desde que eran compañeros de teatro. Y una tarde fueron sorprendidos en un balneario de Punta Mogotes, donde los Soffritti tienen una carpa. El romance fue a la vez repentino y fugaz: el amor no hizo verano.
Previo a esas semanas de pasión con Laurita, un Soffritti de 22 años había vivido un amor casi adolescente con una Barbie de 19. La morocha era por entonces hija de Nazarena y poco más -todavía no había debutado como actriz-, y por eso ningún paparazzi reparó en ellos. Pero Gastón fue el pionero en esta seguidilla de historias cruzadas de las figuras del Bailando 2016.
Joaquín Alvarez
El Pollo -como lo conocen en el medio- comparte una cualidad con Bal y Soffritti, que parece condición indispensable para lograr un acercamiento sentimental con Barbie y Laurita: es un conquistar serial de celebridades. ¡Y consigue mantener una excelente relación con sus ex!, una fórmula que sólo él posee… Ivana Nadal, Florencia Torrente y Camila Salazar -la hermana de Luli– engalanan esa lista, al igual que las protagonistas de esta crónica.
Dicen que Federico aún espera cruzarse en los pasillos de algún canal con el conductor de Combate: no le cae para nada simpático, ¡y eso que el Álvarez es pura sonrisa! Luego de que estallara el escándalo con su ex novia, el hijo de Santiago Bal lo señaló como supuesto amante de la actriz. Según su relato, antes de la vergonzosa pelea entre ellos -en abril pasado- alguien le habría enviado unas fotos tomadas en un boliche donde se los veía al Pollo y Barbie muy cerquita. La relación entre ellos fue algo más que un rumor en el medio.
Claro que Joaquín también es muy amigo de Laurita: comparten la conducción del programa de Canal 9. Y tienen mucha afinidad, al punto que las versiones de affaire también los involucran, teniendo su pico de máxima expresión un par de meses atrás. No obstante -y a diferencia de las presuntas fotos con Vélez- nunca fueron confirmadas. En la noche del viernes, incluso, fueron a bailar juntos a una disco de Quilmes. Pero entonces… ¡no está confirmado! Punto y aparte. O puntos suspensivos, mejor.
Conclusión ¿y final?
Ya sea con Soffritti primero, Federico después, el Pollo ¿ahora?, Laurita vino a suceder a Barbie en las preferencias de estos afortunados galanes. De ahí -si nos ponemos en duros fiscales- podría conjeturarse que sería la hermosa bailarina quien presta especial atención al galopar del corazón de la bella modelo. De ahí que aquella frase de Vélez podría adquirir -lo dicho- un nuevo a significado: "Ella no me interesa…"
Habrá que prestar atención entonces al nuevo novio de Barbie. Aunque Jimena Barón lo hizo, y parece que se llevó flor de chasco: esta vez fue ella quien perdió un candidato -el polista Martín Gándara– por un acercamiento del joven hacia la morocha. ¿Será Gándara el primero de una nueva serie de coincidencias entre Barón y Vélez?
Todo es posible.