El arte de hacer reír ha sido explotado a lo largo de varias décadas en la televisión argentina, y generaciones enteras han sido testigos de excelentes humoristas y programas de alta calidad. Sin embargo, algo cambió: cada vez hay menos espacio para las comedias en la TV local. Así lo entienden grandes figuras de la televisión que llegaron a esta conclusión en diálogo con Teleshow. Y es el reflejo de la programación en los canales de aire.
Lejos en el tiempo, hicieron historia Calabromas, Operación Ja Ja e Hiper humor. En los '90 se quedaron Cha Cha Cha y el clásico VideoMatch. Luego le llegó el turno a Poné a Francella, y hace poco a Peligro Sin Codificar, entre otros. ¿Qué cambió? ¿El público no quiere más humor? ¿O es la televisión a la que no le interesa? Todas las preguntas apuntan a un cambio de paradigma en el consumo, y necesariamente entran en escena las nuevas tecnologías y, por supuesto, las redes sociales, nicho de muchos jóvenes comediantes que encontraron una nueva forma de mostrar su arte.
"En la televisión veían el humor como algo poco serio y ahora se notan las consecuencias. Prefirieron hacer chusmerío o peleas, o poner famosos sin sentido. Dejaron de lado el humor y por eso perdieron mucho público. En las redes sociales hay pibes que laburan un montón y saben hacer chistes, ponen muchas ganas y talento. Los usuarios más jóvenes tal vez prefieren las redes en lugar de la tele", cuenta a Teleshow Federico Cyrulnik, humorista que se dedica al stand up, y fiel usuario de Instagram, donde sube videos diariamente y ha cautivado a más de 250 mil seguidores.
A falta de espacios en la televisión, las nuevas figuras del humor son los comediantes de las redes sociales, que suben videos y suman una gran cantidad de seguidores. Cada uno con su estilo, algunos lo toman como parte de su trabajo y publican contenidos nuevos todos los días, casi religiosamente, mientras que otros lo hacen durante su tiempo libre, cuando se les viene una buena idea a la mente.
La periodista Nati Jota tal vez sea una de las mejores representantes de esta nueva generación. Conoció la popularidad desde Twitter y actualmente trabaja en el programa ESPN Redes, pero nunca dejó de subir videos ni producir nuevo material para las redes sociales: "Entiendo que mucho pasa por las redes, y está bueno seguir haciendo estas cosas. Empecé con Twitter y ahora podría haber dejado, pero si el día de mañana no trabajamos en la tele, mientras antes quizás 'desaparecías', ahora no se olvidan de vos. Es como tu propio medio, y eso está bueno porque la gente te sigue consumiendo".
Al igual que Federico Cyrulnik o Nati Jota, hay muchos otros jóvenes que encontraron en las redes un medio para mostrar lo que mejor saben hacer. Ahí está Grego Rossello, quien se hizo conocido por sus videos. El usuario de Instagram Belu Lucius, por ejemplo, pronto llegará al millón de seguidores con sus ocurrentes sketches. Y Santi Vázquez, hermano del actor y conductor Nicolás, también "la rompe" con sus videos online, al igual que los populares Stéfano de Gregorio y Santiago Maratea.
En su mayoría surgidos del "under" y el stand up, hay otros usuarios que siguen sumando seguidores a raíz de risas y contenidos online. Algunos de ellos son Juampi González, Laila Roth, Connie Ballarini, Javicho Soria, Diego Maggio, Pany Chama, Martín Pugliese, Nico Braun, Pablo Molinari y Pablo Mazzola.
"La televisión se quedó sin nada. Murió hace 15 años, no hay documentales, no hay nada. Internet se comió a la TV tradicional. Fijate la cantidad de ficciones, hace 15 años había como diez a lo largo de todo el día, ahora hay tres, con suerte. A las redes se trasladó la información y también el humor. El desafío es lograr que haya buena calidad y que sea original. A veces se ve mucha gente haciendo lo mismo en las redes", opinó el humorista Ezequiel Campa, con más de 70 mil seguidores en Twitter.
Modalidad de ¿trabajo?
Las redes sociales tienen la ventaja de la inmediatez y el "on demand". Los usuarios elijen a quién seguir, por lo tanto es mucho más personalizado. Y los humoristas explotan estas ventajas de acuerdo a sus objetivos. "No me pongo a pensar: 'Tengo que subir un video ahora'. De repente se me ocurre una idea y lo tuiteo. Después quizás armo también un video para Instagram. Hay algunos que se lo toman como un trabajo y dicen: 'En tantas horas tengo que subir un video'; pero yo no", explica Nati Jota sobre su modalidad. En el mismo sentido opina Campa: "Trato de que sea algo que se dé en el momento. Subo algo cada tanto, cuando me parece gracioso. No es que tenga una estrategia. Es difícil llevar a la gente a los teatros y hay mucha gente que usa las redes como una estrategia de difusión, y me parece bien. El gran desafío, para mí, son los contenidos".
En la otra vereda se encuentra Cyrulnik, que lleva su unipersonal –Joven– por todo el país: "Los videos se piensan. Acabo de hacer uno con un amigo, ahora lo estamos editando y después lo subimos. A la noche vuelvo de entrenar y me pongo a hacer el otro video. Todos los días subo dos. Son contenidos simples y cortos, entonces la gente en su descanso del mediodía, en la facu o volviendo del laburo, puede ver humor. Los atraemos con pequeños contenido y así nos conocen. Después, si tienen ganas de ver algo más interesante se acercan al teatro".
El nuevo hogar de las risas
"No es que la gente se fue de la tele y pasó a las redes. Las generaciones cambiaron y la verdad es que hay menos humor que antes, entonces ocurrió el 'boom' en las redes". Cyrulnik sintetiza de esta manera sus ideas respecto a este nuevo hogar del humor que reúne cada vez más comediantes. No tienen secretos, y en su mayoría no generan ingresos por estos contenidos.
"Ahora todo es 'on demand', no sólo con el humor, tiene que ver con todo. Cada uno elije lo que quiere ver y dónde lo quiere ver. No es como la tele, con las redes tenés todo a tu disposición. Para los videos el mejor lugar es Instagram. Además, podés buscar tu tipo de humor y empezarlo a seguir a alguien de acuerdo a tus gustos. También está Youtube", explica Nati Jota, de larga trayectoria en esta modalidad. Compañera de Grego Rossello en ESPN, acostumbra subir videos con él, y ya superó los 400 mil seguidores en la red social de los 140 caracteres.
Campa, que todos los sábados tiene su show de stand up en el Velma Café, deja en claro su postura y plantea un nuevo desafío: "No podemos decir que todo el humor de la televisión se trasladó a las redes porque me parece poco. Las redes tienen esa cosa de la inmediatez, pero la inteligencia no es rápida, es un poco más compleja. Por eso también se necesitan contenidos más profundos y elaborados".