Después de 30 años, Diego Maradona reconoció a su hijo mayor, Diego Jr., fruto de su relación extramatrimonial con la italiana Cristiana Sinagra. El "Diez" lo invitó a cenar a la casa donde solían vivir sus padres, en Villa Devoto, y tuvieron un cálido encuentro, con beso incluido para la prensa.
Primero se vieron el miércoles en Nordelta. Allí, Rocío Oliva se encargó de organizar todos los detalles del encuentro, del que también participó Jana Maradona. El abogado de Junior contó en Los Ángeles de la Mañana: "Diego me contó que fue el encuentro soñado. Estuvieron bien, contentos. Recibió un llamado de Rocío, le dijo 'tu papá te quiere hablar'. El padre le dijo 'quiero que vengas a cenar'".
Este encuentro fue muy esperado por el joven futbolista, nacido el 20 de septiembre de 1986 en Nápoles, quien desde niño pidió ser reconocido por su padre pero sin éxito.
Diego le dijo a Junior en la cara que es su hijo y que promete estar en su vida de acá en adelante, según informó Baqué. Una lucha muy dura para el napolitano, que tuvo un final feliz.