"Fue una persona muy transparente, se mostraba en la pantalla de la misma forma que se mostraba en la familia, en la intimidad", comenzó diciendo Gabriel Mesa sobre su padre en Por si las moscas, el ciclo radial de La Once Diez/Radio de la Ciudad. Calificó al fallecido actor, autor y director como "muy buen padre, muy buen amigo y muy buen profesional porque era un tipo muy generoso en todo sentido".
Su obra más grande fue Mesa de Noticias, un ciclo muy recordado por toda una generación que supo disfrutar de su humor durante los 80. "Fueron mil capítulos que lamentablemente no hay registros. Lamentablemente en esa época no había una cultura de archivo", comentó con tristeza.
Luego, ante la pregunta de por qué cree que hoy no se hace el humor de aquella época, contestó: "No existe porque no se animan a hacerlo, yo creo que el público lo agradecería, obviamente aggiornado con cosas de actualidad".
"En alguna oportunidad hemos intentado con algunos productores hacer una remake, incluso estando mi viejo en vida con su aval y su talento, y no hubo un apoyo de los canales para hacerlo (…) Pero lógicamente sería hacerlo con el mismo nivel, ese es el desafío", agregó después.
"En algún momento el viejo le había ofrecido a Diego Capusotto que hiciera el papel de Lanata [que interpretó siempre Gianni Lunadei], que hubiera estado genial, y Diego en su momento no quiso porque tenía su propio programa, pero siempre hemos estado a punto de y no se dio (…) Ojalá que en algún momento el espíritu de Mesa de Noticias vuelva alguna vez a la tele".
¿Cómo fue largarse con semejante programa en una época tan complicada para la Argentina? "Cuando comenzó Mesa de Noticias el programa no estaba funcionando bien en los ratings, y vinieron [los productores] Gustavo [Yankelevich] y [Carlos] Montero a casa y lo empezaron a presionar. Mi madre, una mujer de mucho carácter, les dijo: 'Déjense de hinchar y dejen delirar a este hombre que les va a hacer un éxito'. Así fue, lo dejaron delirar y el programa se transformó: papá empezó a delirar en serio y ahí metió el periscopio y todo lo que tenía de delirante el programa, y ahí el programa explotó".
"Ella era la socia absoluta de mi viejo y esta ida temprana de mi viejo tiene que ver: mi vieja murió en noviembre y papá no soportó esa soledad", dijo después.
Por último, Gabriel Mesa se refirió a cómo fue ser el hijo de un humorista de la talla de su papá: "Ser hijo de un famoso me resultaba como un peso porque todo el mundo pensaba que era gracioso y yo no era gracioso", dijo y luego agregó: "Escríbía y actuaba. Los hijos teníamos que ir a visitarlo al canal porque él vivía en el camarín. Recordábamos esa época con mucho por un lado pero también con algo de bronca porque nos quitaba al viejo. Pero fue inolvidable".