Un padre de familia (Joel Edgerton) vive junto a su esposa y su hijo en una casa desolada para estar seguros de una amenaza que aterroriza al mundo. El orden que ha establecido en el hogar se verá afectado cuando una familia desesperada llega en busca de refugio. Aun así, el padre hará todo lo posible para proteger a su familia de una presencia diabólica que amenaza con destruir sus vidas.
Escrita y dirigida por Trey Edward Shults esta historia de terror apocalíptico, es una de las cintas más inquietantes de los últimos tiempos. La vuelta de tuerca a un tema recurrente dentro del género es uno de los grandes aciertos, junto al manejo de la atmósfera y la tensión que por momento logra crispar los nervios.
Viene de noche no es la típica cinta de sustos rápidos y efectivos, el director se toma su tiempo para generar el clima, y no apela nunca al facilismo explicando cada una de las acciones de los personajes, por el contrario hay muchas cuestiones de la trama que quedarán al libre albedrío de los espectadores. Las enormes actuaciones y la puesta, en la que cada plano o movimiento de cámara tiene un por qué, la coloca por encima de la media del cine de terror independiente.
Filmada de manera austera, aprovechando la oscuridad, el fuera de campo y las sombras, la película tampoco abusa de los diálogos, de hecho los silencios marcan algunos de las secuencias más perturbadoras.
En una época plagada de efectos, monstruos baratos e historias que recurren a las fórmulas, Viene de Noche es una bocanada de aire fresco, lo más cercano a una pesadilla plasmada en la pantalla grande.
Mi calificación: 9 puntos