Camino al Oscar: el cine de animación, una categoría que "no está dibujada"

Este tipo de películas cada vez pisan más fuerte en las taquillas del mundo. Por este motivo, el rubro se ha transformado en uno de los más competitivos en los premios. Un análisis de los filmes que competirán en la próxima ceremonia

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Cuando en el lejano 1938 la Academia le entregó un premio especial a Walt Disney por Blancanieves y los siete enanitos, lo hizo porque el primer largometraje animado de la historia significaba una innovación fundamental para el séptimo arte.

En 1995 fue John Lasseter el que recibió un reconocimiento con la seminal Toy Story, primer largometraje animado íntegramente realizado por computadora. Sin embargo, recién en 2001 se instauró el premio a Mejor Cinta Animada. Y es que anteriormente películas como La Sirenita, El extraño Mundo de Jack o El Rey León, todas verdaderas joyas, tuvieron que competir con cintas acción en vivo, algo totalmente injusto y desparejo.

Así, con Shrek como primera película de dibujos animados en ganar el premio en su rubro, en estos años estudios como Pixar, Disney y Dreamworks se han repartido las estatuillas con algunas honrosas excepciones (El viaje de Chihiro fue la única película japonesa en triunfar en un rubro donde el país del Sol Naciente es potencia).

Este año, la pelea tiene representantes muy disimiles y un final abierto: Moana, un mar de aventuras es "el caballo del comisario". La cinta de Disney, ambientada en la Polinesia, con imágenes del mar impactantes, una banda de sonido pegadiza y personajes muy bien logrados, cuenta además con la dirección de dos venerados realizadores como John Musker y Ron Clements, hombres detrás de clásicos como Aladino y La Princesa y el Sapo. La presencia de este dúo en el proyecto puede inclinar la balanza a favor de esta cinta.

"El estudio del Ratón" participa por partida doble en la categoría, ya que también está nominada Zootopia. Una aventura urbana con animales conviviendo en una sociedad moderna, que cuenta con un guión original, colores brillantes y mucho humor.

Kubo y la búsqueda Samurai es un filme del estudio Laika, especialista en la tradicional técnica de animación "cuadro a cuadro". Es un proyecto con detalles artísticos de excelencia. Una visión del Japón milenario que se aleja de las películas más pochocleras que se pueden encontrar en la cartelera. A pesar de haber estado nominado anteriormente con ParaNorman y Boxtrolls, esta compañía nunca pudo alzarse con la estatuilla en la categoría. ¿Podrá finalmente recibir un merecido y retrasado reconocimiento?

Sin embargo, la mayor sorpresa del quinteto de nominadas es My life as Zucchini, un filme francés que nos presenta a Courgette (Zapallito o Calabacín), un valiente huérfano de 9 años que debe aprender a confiar en la gente mientras crece en un hogar para niños. La presencia de esta película gala resulta una bocana de aire fresco en una categoría que como hemos visto años anteriores esta cada vez más monopolizada por los grandes estudios.

Por último, La tortuga roja, puede ser la Cenicienta de la noche. Esta coproducción entre Japón y Francia relata como un náufrago ve como sus intentos por huir de la isla en la que ha quedado varado son impedidos por una enorme y misteriosa  tortuga que destruye sus embarcaciones. Producida por los estudios Ghibli, creadores de Totoro y otros clásicos nipones, es una película de animación tradicional japonesa (aunque dirigida por un occidental) que triunfó en Cannes. ¿Podrá repetir el milagro de El viaje de Chihiro en 2002?

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