Natalie Portman protagoniza Jackie, la película que muestra los diversos matices en la vida de Jackie Kennedy desde el momento del asesinato de su esposo, el presidente norteamericano John Fitzgerald Kennedy, el 22 de noviembre de 1963, en Dallas. En la biopic se refleja el impacto que causó el trágico suceso en la vida de la icónica primera dama, así como las repercusiones públicas y privadas que debió afrontar, y su lucha por atender el legado de su marido.
La cinta, que marca el debut del director chileno Pablo Larraín en una producción estadounidense, ya ha tenido una excelente aceptación: obtuvo el premio de Mejor Guión en el Festival de Venecia; y el próximo 2 de enero distinguirán a la actriz con un premio en el Palm Springs Film Festival. Además, fue nominada en varias premiaciones, y los críticos ya la postulan como una de las películas que seguramente integrará la lista de nominaciones al Oscar, en 2017.
Completan el reparto del largometraje diversas figuras como Greta Gerwig (Mistress America), Peter Sarsgaard (Black Mass. Estrictamente criminal), Max Casella (Jugada salvaje), Beth Grant (la serie The Mindy Project) y John Hurt (Sólo los amantes sobreviven).
La realización de esta producción no fue nada fácil. En 2010 el guión estaba listo, y el director Darren Aronofsky planeaba dirigirla con su entonces prometida Rachel Weisz en el papel principal. Luego de su retiro Aronofsky permaneció en el proyecto como productor, y le pidió a Larraín que lo considerara. En una entrevista con Vulture, Portman aseguró que cuando conoció al director se sintió prácticamente "desafiada" a hacer el filme. "Me dijo: 'Hacemos esto juntos o nos vamos los dos'. Fue como: 'Está bien, esto es bueno, tomémonos de la mano y saltemos..'", relató la ganadora del Oscar por El cisne negro.
"Ella (por Jackie Kennedy) era una persona increíblemente misteriosa, y creo que Natalie lo tenía en sus ojos", aseguró el director chileno. Además, le dijo a la intérprete que le pediría al escritor Noah Oppenheim que cortara cada escena en el guión que no la incluía. "Recuerdo que abrió sus ojos de par en par… Supongo que eso es espantoso para un actor, pero al mismo tiempo es desafiante, y Natalie es una auténtica artista y se arriesga", agregó Larraín.
Cuando Portman se comprometió a interpretar este rol sus padres le regalaron una valiosa pieza de la investigación: Un verano especial, un libro de edición limitada escrito por una joven Jacqueline Bouvier y su hermana Lee, durante un viaje que hicieron a Europa en 1951. "Es muy gracioso ver a estas dos chicas salvajes pasar un buen rato", aseguró Portman. "Ese tiempo en Europa afectó totalmente la forma en que era como primera dama", señaló.
En el Festival Internacional de Cine de Toronto la actriz admitió que sintió miedo al encarar este gran desafío: "Estaba absolutamente aterrorizada, y también pensé que no había sido la mejor idea aceptar la película porque era muy fácil fracasar. Pero también me gusta lo que me da miedo, y siempre termino trabajando en todo lo que me da más pánico".
También explicó que debió trabajar mucho para poder lograr el mismo tono de voz de la primera dama: "Hay muchísimo material sobre ella, aunque también hay bastante que se perdió de su vida porque también lo editaron… a propósito. Por eso necesité usar la imaginación después de encontrar algún video, y también trabajé con un especialista en voces para adoptar el acento de ella y para su voz, que me pareció eternamente interesante".
"Quería mostrar la determinación que ella tenía en contar su propia historia. Jackie quería ser la autora de su historia y la de su esposo. También creo que ella sabía muy bien cómo dividir su imagen en privado y en lo que la gente quería percibir de ella, quién realmente era y quién realmente quería ser. Esas dos personalidades son las que también reflejan las diferentes imágenes que muestran la película", finalizó Portman.