En Gilda: No me arrepiento de este amor, asistimos a la historia de la cantante tropical muerta trágicamente en un accidente de tránsito. Sus inicios en un universo sórdido dominado por hombres, su triunfo en los escenarios, su vida íntima y finalmente su ascenso a la categoría de mito.
Natalia Oreiro compone el papel de su vida. Físicamente es un calco de la malograda cantante, se mueve natural en un papel de gran profundidad emocional. Cuando le toca entonar los temas en los números musicales, lo hace sin imitar logrando frescura y credibilidad.
Acompañada por un elenco sólido en el que se destacan Lautaro Delgado como el torturado marido de la cantante, Rolly Serrano como un oscuro empresario discográfico y Daniel Melingo, como el padre de Gilda, presente en los medidos instantes de flashbacks.
Lorena Muñoz, carga el filme de momentos de tono documental, sobre todo en las escenas de conciertos, acentuando la atmósfera de realidad. Un guión bien estructurado, que mantiene la tensión dramática y la sorpresa a lo largo del metraje.
Conmovedora, pero sin caer en los golpes bajos, estamos ante uno de los filmes musicales más logrados de la cinematografía vernácula. Un filme sólido, que llega al corazón.
Mi calificación: 9 puntos
También se estrenan esta semana Blair Witch: La bruja de Blair, el filme de espionaje El Infiltrado y la francesa Le Nouveau.