Cronología de un sueño: el precio de dejar una "confortable" vida rutinaria para desarrollar videojuegos en hostels

El australiano Ben Johnson renunció a su empleo en una oficina para finalizar el desarrollo de Geneshift, su primer proyecto gamer. Luego de varios años de trabajo logró que el shooter se venda en la tienda Steam.

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Es habitual escuchar historias de empleados administrativos hartos de trabajar 9 horas en una oficina y que sueñan con un empleo donde puedan dar rienda suelta a la creatividad y la pasión.

Son muchos los que lo anhelan, pero no tantos los que se animan a dar el salto e ir tras su deseo. Ben Johnson es uno de esos pocos: dejó su trabajo en una oficina para desarrollar un videojuego que lo llevó a recorrer el mundo.

Este australiano empezó Geneshift -un shooter con el ángulo de los primeros GTA que se enfoca en el multiplayer– como un proyecto personal, ya que le parecía positivo tener un producto para mostrar en su incipiente carrera de desarrollador.

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"Empecé a trabajar en el proyecto en 2008, pero recién en 2014 el juego recibió la luz verde de Steam (la tienda de descarga de juegos). Entonces, renuncié a mi trabajo como ingeniero en un sitio de apuestas online y pensé en mudarme a un lugar más barato y quedarme el tiempo suficiente para terminar el juego", contó en diálogo con Infobae.

Tenía ahorros por $20.000 dólares, un monto que estimaba le alcanzaría para vivir un año en el exterior. Cuando se le terminó el dinero, recurrió a la tarjeta de crédito.  Amontonó una deuda tan grande como la de sus ahorros.

Ben terminó viviendo un tiempo en Perú. Aunque pasó antes por Buenos Aires, donde conoció a su actual novia. Se hospedó en varios hostels y también estuvo en una casa alquilada por medio de Airbnb.

"Si hubiese sabido que iba a pasar 2 años viviendo en Perú trabajando en el juego, sin ver a mis amigos ni familiares, probablemente no lo hubiera hecho", dijo, aunque admite que no habría terminado Geneshift "si no hubiese viajado", ya que esto le permitió focalizarse exclusivamente en el proyecto.

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Otro problema con el que Ben se encontró durante su estadía en Sudamérica fue el límite de su visa como australiano. Una vez que se vencen los primeros 6 meses de hospedaje, el límite pasa a ser de 3 meses. Así que cada vez que llegaba al plazo, viajaba ida y vuelta a Chile sin saber si podría volver a ingresar a Perú.

El viaje se terminó extendiendo mucho más de lo esperado. "Siempre pensaba que estaba a 2 o 3 meses de terminar el trabajo, y me daba cuenta de que faltaba mucho más", explicó.

Geneshift, que en un comienzo se llamaba Subvein y que lanzó como demo en 2009, empezó como un proyecto personal, y se convirtió en el puntapié inicial para hacer un cambio rotundo de vida.

Fue el motor que lo llevó a Ben, hoy de 30 años, a dejar una vida estable y de oficina en Australia para lanzarse a cumplir un sueño.

El juego se lanzó el 23 de mayo pasado a un costo de U$S10 y ya recibió muy buenas reseñas principalmente por parte de los usuarios.

"El viaje me cambió como persona, y creo que indirectamente eso cambió al juego. Definitivamente, te influencia lo que te rodea", destacó sobre su paso por Sudamérica.

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