Los drones también dijeron presente en el CES. Está visto que llegaron para quedarse. El premio a la innovación sigue en manos del Ehang 184, que el año pasado sorprendió con su súper drone para transportar pasajeros.
Este año, sumó algunos cambios, en su panel de control y en su batería que tiene una autonomía de 24 minutos. El drone puede alcanzar los 100 kilómetros por hora. Por ahora no se comercializa, pero su precio rondaría los 300 mil dólares.
Yuneec breeze, lanzado en septiembre de 2016, graba en 4K y la resolución de las imágenes es de 13 MP. Se destaca que saca selfies, es muy liviano y sencillo de usar. Sale 399 dólares.
El Inspire 2 de DJI es un modelo profesional que graba en hasta 5.2 K, y que va de 0 a 50 mph (80 kph) en apenas 5 segundos. La batería (dual) tiene una autonomía de 27 minutos en vuelo. Vale 2.999 dólares.
El Altura Zenith es un drone pensado para la industria. Trabaja en conjunto con IBM Watson, un asistente virtual e inteligente que procesa la información que recibe en tiempo real.
De ese modo, por ejemplo, si se usa el equipo para inspeccionar puentes, puede identificar si hay corrosión y, con la ayuda de Watson informar cuál es el mejor procedimiento para llevar adelante. Cuesta entre 25.000 y 40.000 dólares.
Para los novatos y que sólo buscan pasar un buen rato pueden recurrir a la Hover Camera de Zero Zero Robotics, un drone plegable, súper liviano que graba videos en 4K y toma fotografías en resolución de 13 MP. Se vende a 599 dólares.
Los drones con estética Star Wars, de Propel, también tienen su lugar en el CES. Se manejan con un joystick y su finalidad es lúdica. Fue ideado como un artículo de colección. Su valor es de 199 dólares y viene en tres modelos diferentes.
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