La increíble historia del joven que aprendió a programar y salió de la villa

Con tan solo 23 años es un desarrollador independiente que está terminando su primer videojuego. Luego de la muerte de su madre, encontró en un pasatiempo lo que pasó a ser su profesión.

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El panorama para Daniel Simons cuando tenía 15 años no era promisorio: su madre se había suicidado por una sobredosis de pastillas antidepresivas; muchos de sus amigos del Barrio Illia en el Bajo Flores habían caído en la drogadicción o la cárcel. De repente tuvo que saltear la adolescencia para quedar a cargo de tres hermanos menores.

"Cuando falleció mi madre también pensé que me incentivaban a repetir el proceso de mis amigos", confiesa a la distancia. Pero a la vez considera que lo "ayudó porque me hizo más fuerte, darme cuenta de que tenía que hacer muchísimas cosas por mis hermanos. Era una mochila pesada la que tenía que cargar".

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Frente a un panorama tan adverso, el joven encontró una vía de escape: los videojuegos. "Pasaba de ser un chico en una villa a ser un héroe que rescataba una princesa", recuerda en los estudios de InfobaeTV.

Como el solo jugar le pareció poco, empezó a programar sus propios juegos. Arrancó de manera autodidacta, con un programa que vino en una revista. Las primeras satisfacciones llegaron con pequeños juegos que disfrutaban sus hermanos. Una de las principales motivaciones que tuvo fue "poder transmitir mis sensaciones a través de los juegos y que una persona me entienda, que entienda mi pasión", según dice.

El siguiente paso fue aprender tutoriales de programación en You Tube y posts en Taringa!

Daniel empezó sus estudios formales en la Escuela Da Vinci. Para pagar las cuotas consiguió un trabajo como asistente en una panadería. Cursó un año hasta que tuvo que abandonar por la presión monetaria.

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"Sentía una satisfacción increíble cuando veía que mis hermanos jugaban, se entretenían y podían salir de la realidad que estábamos viviendo", relata el joven que desde hace dos años está desarrollando de manera independiente Bildo, obra que considera una metáfora de su vida.

Bildo, producto de su estudio Dalesi, ya está prácticamente desarrollado. Le falta aún un pulido artístico y para eso Daniel inició una campaña en Idea.me  que le permitiría juntar el dinero necesario. Pronostican el lanzamiento hacia inicios de 2017.

-¿De que se trata Dilbo?

-Es una aventura de plataformas, donde hay que ir resolviendo puzzles con los colores. Los colores son una analogía de mi vida. Pude salir de la oscuridad.

-¿Cuánta gente está involucrada en el proyecto?

-Hoy por hoy somos 15 en total. Entre programadores, diseñadores y artistas. Planeo que el juego forme parte de un universo multiplataforma que también incluya comics.

-Luego del lanzamiento, ¿a qué pensás dedicarte?

Planeo ponerme en el lugar de ayudar a otros desarrolladores que quieren revolucionar la industria y cambiar la percepción de un videojuego. Es un arte.

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