Redes peligrosas: cómo cuidar a los adolescentes de las amenazas virtuales

El 90% de los niños de entre 11 y 12 años tienen actividad en plataformas sociales. Y la mitad de los padres no sabe qué hacen sus hijos en la web. Especialistas opinan

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(Shutterstock)
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Charlas, confesiones, videos, fotos y encuentros. Todo eso y más ocurre en la web. Esa maraña de existencia virtual se asemeja tanto al mundo real que, de a ratos, las diferencias se vuelven casi imperceptibles. Y los límites entre lo público y lo privado se vuelven difusos.

Cada vez es más habitual enterarse de filtraciones de fotos y videos privados de famosos y anónimos. O que un audio de un chat con una terrible confesión está en manos de todo el universo virtual. Todo se viraliza. La comunidad opina, comparte y vuelve a opinar.

Y dentro de ese todo entran también los niños y adolescentes que son nativos digitales y muchas veces se sobreexponen al ojo virtual que todo lo controla y lo ve, con los riesgos que eso implica: acoso, grooming y mucho más.

La situación preocupa si se tiene en cuenta el incremento de la conectividad que se da, cada vez más, a temprana edad. Según la encuesta Los chicos e internet: la presencia de los padres llevada a cabo por Microsoft y la especialista en cultura juvenil Roxana Morduchowicz, 9 de cada 10 niños de 11 y 12 años están en las redes sociales (aunque la edad mínima legal es de 13 años).

Además, 7 de cada 10 tiene celular. Los datos surgieron de una encuesta de la que participaron 600 alumnos de escuelas públicas y privadas de la Ciudad de Buenos Aires.

Otro de las cuestiones a destacar es la poca participación que tienen los padres en estas cuestiones: más de la mitad aseguró saber muy poco o nada sobre las actividades de sus hijos en Internet; y 3 de cada 10 dijo que no hablan "nunca" del tema en el hogar.

Además al consultarlos sobre sus conocimientos, 7 de cada 10 chicos afirmaron que son los que más saben de Internet en su casa, razón por la cual hablan no con sus padres de lo que hacen online. Esto se suma a que 4 de cada 10 chicos dijeron que no aceptan a sus padres como amigos, lo que impide que estos puedan acompañarlos en las redes sociales.

Las 4 principales amenazas del mundo cibernético

De acuerdo con un estudio de la especialista en medios y comunicación y docente de la Universidad de Londres, Sonia Livingston, los riesgos pueden clasificarse del siguiente modo:

1. Comerciales: la exposición a spam, phishing o suplantación de identidad, que implica la capacidad de adquirir información confidencial de forma fraudulenta.

2. De agresión o violencia: intimidación o presentación de materiales violentos.

3. Sexualmente perjudiciales: exposición a imágenes de violencia, abuso sexual o pornografía y grooming, que son las acciones que lleva adelante un adulto para ganarse la confianza de un niño o niña con el fin de cometer un abuso sexual

4. En torno a los valores: promoción y exaltación de discursos racistas y odio así como incentivación a autolesionarse.

¿Cómo prevenir?

"Es fundamental dialogar sobre el uso de la web y las redes sociales. Hay que explicarles a los jóvenes que no deben dar a conocer información personal y familiar, como datos personales (DNI, domicilio, etc). Se los puede ayudar a armar la lista de contactos y la configuración de seguridad, de manera de determinar quién podrá ver la información que se sube a la red social", le explicó Mónica Cruppi, psicóloga, miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina y especializada en niñez y adolescencia, a Infobae.

Otro factor fundamental es que tomen conciencia de la diferencia entre lo público y lo privado, así como del alcance que tiene cualquier material que se difunde en la web.

"La intimidad es de uno y uno tiene que preservarse. Esto se debe transmitir desde los primeros años de vida, y no recién en la adolescencia. Además, hay que remarcar que cuando se sube algo a una red, uno ya deja de ser dueño de eso, ya no le pertenece porque es un instrumento que no tiene finitud y las cosas pueden llegar a cualquier lado", remarcó la psicóloga y pedagoga, experta en crianza, Alejandra Libenson.

Las especialistas aconsejan ver videos de instituciones educativas donde se analice el impacto de las redes sociales, para poder instalar el tema, incluso antes de que comiencen a tener acceso a la web.

"Es importante hablar sobre el tema e informarlos para que se den cuenta de lo que implica", dice Libenson. "Se puede hacer un relato de las personas que tuvieron experiencias negativas con estos temas y que son de público conocimiento", añadió Cruppi.

Se sugiere que los adultos acompañen el proceso y los asesoran a los jóvenes respecto de qué fotos o información hacer pública y cuál no. Lo ideal es que los padres estén dentro de los contactos que tienen los niños en la web.

"En lo que respecta al grooming, particularmente, hay que explicarles que bajo el anonimato que brinda la red, hay abusadores y manipuladores, que simulan ser otras personas y tratan de generar empatía y brindarle contención con el fin de hacerles daños", subrayó Cruppi.

Por eso es fundamental que no añadan personas que no conocen en la web y que solo incorporen amigos que conozcan en la vida real.

"La clave principal de una navegación segura y responsable es que los adultos de la casa estén al tanto del modo en que los chicos usan las pantallas. Que hablen con ellos sobre qué hacen con las tecnologías. Esperamos que estos estudios sensibilicen a las familias sobre el importante valor de la presencia familiar en el uso de internet", destacó Morduchowicz, en el informe.

"La principal herramienta es el diálogo y no la supervisión policíaca, porque los adolescentes quieren preservar su intimidad y su prioridad es el grupo de pertenencia. Uno tiene que poner todos los recursos posibles para ayudarlos y luego hay que confiar en que lo que se le enseñó a los hijos tendrá sus frutos", concluyó Libenson.

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