Un calvario que duró más de 20 años hasta que ella misma le puso un punto final. Así podría contarse en pocas palabras cómo fue gran parte de la vida de una mujer de la zona Sur del Conurbano bonaerense -cuya identidad y lugar en el que reside no serán revelados por su seguridad-, quien después de ser sometida desde que tenía 18 años por su pareja a diversos y brutales episodios de violencia machista, finalmente, se animó a denunciarlo ante la Justicia y logró que lo detuvieran. “Temo por mi vida y la de mis hijos, ya que siempre nos golpeó a todos”, dijo.
El temor a denunciarlo estaba más que justificado. El hombre, identificado como Cristian Ramón Cantero (40), es comisario de la Policía de la Provincia de Buenos Aires y se valió de su poder dentro de la fuerza para infundirle miedo y controlarla. Y durante más de dos décadas lo logró. Sin embargo, en diciembre de 2021, la mujer no aguantó más, se separó y acudió a la Justicia.
La causa quedó en manos de la UFI Nº8 de Lanús, especializada en delitos contra la integridad sexual y relacionados a la violencia familiar y de género, a cargo de la fiscal María Soledad Garibaldi, quien este jueves pidió la detención de Cantero al considerar que corría riesgo la integridad tanto de la víctima como de los tres hijos que tenía en común con el comisario. El acusado fue arrestado en la zona de Dock Sud por personal de la DDI de Avellaneda-Lanús.
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Según confiaron altas fuentes de la investigación a Infobae, Cantero -a quien se le sigue un proceso de exoneración dentro de la fuerza por otro motivo, que no está firme todavía- quedó acusado del delito de amenazas, coacciones agravadas por empleo de arma de fuego en contexto de violencia familiar. A partir de la primera denuncia, un juzgado de Familia ordenó una restricción de acercamiento contra el comisario. Sin embargo, el hombre jamás cumplió con la medida judicial.
La violencia y el hostigamiento fueron escalando aún más y no cesaban, incluso con la orden de la Justicia. En ese sentido, las fuentes judiciales consultadas por este medio explicaron que muchas veces al, no poder ser notificado porque se desconocía su domicilio, la Fiscalía estaba limitada para poder actuar y avanzar en contra de Cantero. En muchos casos, aclararon, las notificaciones no se podían concretar o cuando la Policía llegaba al domicilio el agresor no estaba.
Desesperada, en marzo de 2022, la víctima nuevamente denunció al comisario por amenazas, en las que el hombre le decía que “la iba a matar” y que dejara de “abrir la boca”. La situación se fue tornando todavía más violenta durante los meses subsiguientes hasta que finalmente la fiscal Garibaldi pidió la detención inmediata del comisario. “La idea era evitar, obviamente, que siga escalando todo esto cada vez más, y más cuando hay chicos de por medio”, dijo la fuente.
Las denuncias que hizo la mujer dan cuenta del suplicio que vivió desde que comenzó la relación con Cantero. Ahora, con más de 40 años, pudo relatar lo que sufrió: “Siempre fue violento conmigo, yo lo tenía naturalizado, ya que desde los 18 que estamos juntos, y siempre fue igual violento y golpeador, que a medida que fue adquiriendo poder en la Policía, se puso peor”.
El relato de la víctima coincide con lo que comentaron las fuentes judiciales a Infobae. Cantero está acusado de ejercer todo tipo de violencias contra su ex y los tres hijos en común. “Fueron sometimientos de psicológicos, físicos, económicos y de violencia contra los hijos también. Tenía mucho miedo por el tema de que era policía y por eso ahí se actuó rápido en la fiscalía”, comentaron.
Un infierno
En concreto, la separación formal ocurrió en mayo de 2021 y desde ahí el hombre comenzó a hostigarla. A fin de año fue finalmente elevó la primera denuncia. “Cantero llegó a mi casa, queriendo entrar a la fuerza, rompiendo la puerta de entrada a patadas. Como no pudo entrar, se metió en el garaje, trepando por los techos”, contó la mujer.
En esa oportunidad, estaba los tres menores pero su madre no. El motivo es que estaba internada por una enfermedad autoinmune llamada polineuropatia del sistema nervioso, que consiste en perder la movilidad del cuello para abajo y que la mantuvo hospitalizada por más de 60 días.
La orden de detención contra Cantero no se efectuó con un allanamiento porque no sabían el domicilio en el que vivía. Tenían la sospecha de que podría estar en la Ciudad de Buenos Aires, pero finalmente lo capturaron en Dock Sud, en las inmediaciones de la casa de su madre.
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Cantero se desempeñó como oficial en varias dependencias de zona Sur del Gran Buenos Aires y en el último tiempo estuvo en La Matanza. “El proceso de exoneración no está firme”, resaltaron las fuentes. Fue detenido por sus propios ex compañeros.
Lo que tienen hasta ahora probado desde la Fiscalía para concretar la detención y la imputación es el tema de las amenazas calificadas en contra de la víctima y los hijos. Como padeció violencia desde los 18 sin hacer denuncias, no hay un reconocimiento médico de las agresiones. Además, no hay testigos de las golpizas al haber ocurrido en un ámbito privado. Solo lo que pudo haber contado la denunciante.
Fue clave la declaración del mayor de los hijos. De acuerdo con lo que supo este medio, al no haber testigos que aportaran datos certeros, el menor relató un episodio que, según describieron las fuentes, “fue bastante grave”. No ahondaron en más detalles para preservar la investigación.
En la última denuncia, la mujer contó que su ex la llamaba todo el tiempo. “La hace llamar a su mamá y luego ella le pasa el teléfono a él, manifestando ‘que nos dejemos de hinchar’ que cerremos la boca porque la van a pasar mal”, precisó. Según detalló, tiene una perimetral, pero “nunca la respetó”.
Cantero fue detenido el jueves e indagado por la fiscal Garibaldi. El comisario, que presentó un defensor particular, declaró, pero según explicaron a este medio, “no aportó mayores datos para la investigación”. Ahora hay 30 días para resolver la situación procesal del acusado. La Fiscalía intentará producir prueba, al igual que la defensa. Luego el juez de Garantías resolverá si lo mantiene preso.
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