¿Alguien de Gendarmería no le cree a otros agentes de su propia fuerza? ¿Un alto mando intentó aparentar que a Santiago Maldonado lo buscaban fuera del país, o que estaban preocupados por sus últimos pasos? Y si fue así, ¿por qué no le avisaron al juez y lo hicieron de manera clandestina?
Uno de los teléfonos de un gendarme de jerarquía peritado por la Policía Federal reveló que Gendarmería Nacional habría hecho inteligencia ilegal sobre Santiago Maldonado, víctima de lo que hasta ahora se investiga como "desaparición forzada", y a quien se dejó de ver el 1° de agosto pasado en la Pu Lof en Resistencia de Cushamen, después de un corte de ruta que reclamaba la liberación del lonko Facundo Jones Huala.
Según información a la que tuvo acceso Infobae, y que figura dentro del expediente que desde este viernes está bajo supervisión del juez Guillermo Lleral, la pericia sobre el teléfono de un alto mando indica que habrían existido conversaciones e intercambio de documentos con personal del Centro de Reunión de Información Neuquén de Gendarmería, en los que se observa que accedieron a distintas bases de datos, como las de Migraciones y el Renaper, para recopilar información acerca de Maldonado.
El alto mando sería el jefe del Escuadrón 35 de Esquel, Fabián Méndez, y de acuerdo con lo que sugieren las pericias telefónicas, habría tenido como objetivo establecer quiénes eran los contactos de Santiago, con qué personas se relacionaba, hacia dónde iba y de dónde venía. Y, sobre todo, si había mapuches con él en esos días.
Uno de los documentos de inteligencia ilegal más llamativo que se encontró en este teléfono es un archivo .doc con un análisis de los cruces migratorios de Maldonado e información detallada de cinco personas a las que se podía vincular a partir de esos cruces, sin orden del juez federal Guido Otranto, ni conocimiento de otras autoridades judiciales, a pesar de que ya se habían iniciado las causas del habeas corpus y la desaparición forzada.
El archivo, titulado "Ciudadano Santiago Andr_s Maldonado DNI Nro." fue enviado a quien sería Méndez 13 días después de la desaparición del tatuador (el 14 de agosto), y contiene todos los movimientos migratorios del joven entre 2011 y 2017. Allí figuran entradas y salidas a Paraguay, Uruguay y Chile. "Se procedió a identificar a los posibles acompañantes que surgen en esos viajes realizados, a efectos de determinar domicilios a constatar, como así también vinculaciones que se puedan establecer a partir del hecho", dice el encabezado del documento enviado a un jefe de la Gendarmería.
El último viaje de Santiago data del 21 de abril. Ese día, a las 13.33, entró en un ómnibus procedente de Chile por el paso Cardenal Antonio Samoré. En ese documento, los informantes también dejan constancia de que Santiago no viajó con personas que ellos pudieran identificar como mapuches, ante un pedido puntual de información. "Del registro efectuado en la lista de pasajeros no surgen miembros de la comunidad Mapuche que se registren", aclara.
Fuera de los mecanismos legales el jerarca de Gendarmería solicitó intercambio de información a la Policía de Chile sobre las cinco personas chilenas que acompañaron a Maldonado. La división de Investigaciones de la fuerza nacional del país vecino también aclaró que ninguna de éstas personas tenía antecedentes penales ni vinculación con los pueblos mapuches del otro lado de la Cordillera.
¿Seguimiento ilegal a la familia de Santiago?
Seis días después del operativo en la Pu Lof donde se vio a Maldonado por última vez, es decir, el 7 de agosto, un documento elaborado por el Centro de Reunión de Información Neuquén de Gendarmería es enviado por whatsapp. El archivo contiene una detallada cronología de los hechos desde el 31 de julio al 5 de agosto, con especial énfasis en las protestas a raíz de la desaparición de Santiago.
El 4 de agosto, a las 17.30, le informan presuntamente a Méndez que "por orden de Santiago Maldonado (hermano) se reorganizan y se dirigen a la casa del Jefe del Escuadrón 35". Evidentemente el gendarme que le escribe el mail al jefe de Gendarmería en Esquel cometió un fallido, ya que se trataba de Sergio Maldonado, no Santiago, que llevaba tres días desaparecido. También, desde el celular del CRI Neuquen le informan el 7 de agosto a las 17.43, a quien sería Méndez que "Andrea Antico y Sergio Maldonado ya están en el Centro Cívico. Son matrimonio", lo que aparentaría una tarea de inteligencia por afuera de la investigación judicial, es decir, de manera ilegal.
Las pericias en los teléfonos celulares de unos 70 gendarmes parecen por ahora el corazón de la trama sobre la desaparición de Santiago Maldonado. Su contenido, que está siendo revisado con minuciosidad por todas las partes relacionadas a la causa, empieza a mostrar ciertas actitudes sospechosas del grupo de gendarmes que el 1° de agosto alcanzó la orilla del río Chubut en la Pu Lof.
Si la hipótesis más fuerte se centra en desentrañar qué hicieron esos efectivos y sus superiores durante el tiempo que Gendarmería estuvo dentro del territorio mapuche, lo que devuelvan los análisis de los teléfono podría ser clave.
El paso siguiente para el nuevo juez de la causa, Guillermo Gustavo Lleral, será empezar a bucear en el contenido de las computadoras de los escuadrones 35 y 36 de El Bolsón y Esquel respectivamente. Mientras, tanto, a 52 días de su desaparición, nadie sabe dónde está Santiago Maldonado.
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