Gendarmería ya firmó las conclusiones de las pericias que adelantó Infobae la semana pasada y que determinaron que a Alberto Nisman lo mataron a sangre fría. Estas serán enviadas el viernes próximo al fiscal Eduardo Taiano, quien cambiará la carátula y tomará nuevas medidas en la causa. Las primeras serían contra Diego Lagomarsino, el perito informático que dice haberle facilitado a Nisman el arma que le provocó la muerte.
El informe de la fuerza de seguridad, que reconstruyó lo sucedido con una réplica exacta del baño donde apareció muerto el fiscal federal en la que trabajaron 28 peritos, contiene detalles que explican qué sucedió esa noche en el departamento de Puerto Madero.
Según confiaron a Infobae fuentes judiciales, la primera conclusión es que lo mataron dos personas, quienes lo redujeron y luego le dieron ketamina para que no pudiera defenderse. Finalmente, mientras uno de los asesinos lo sostenía, el otro disparó. Quien lo ejecutó se colocó detrás del fiscal de la ex UFI AMIA y el disparo fue de abajo para arriba, de derecha a izquierda y cruzado arriba de la oreja a unos tres centímetros. Luego, tiraron el arma detrás del cuerpo y lo acomodaron, lo que explica que la pistola aparezca detrás del hombro izquierdo.
El acomodamiento del cuerpo se comprobó a través de manchas de sangre. Todo ocurrió dentro del baño. Los asesinos trataron de simular un espasmo cadavérico, propio de los suicidios, que no ocurrió. Lo que hubo fue agonía.
Dentro del departamento de Nisman en Le Parc, las personas que lo mataron usaron la computadora y el teléfono celular del fiscal y luego borraron todo con sobreimpresión para que no se pudiera recuperar nada.
Gendarmería también determinó que limpiaron el departamento, aunque la barrida no fue perfecta: se encontraron huellas de Sara Garfunkel, madre de Nisman, una taza sin lavar en la bacha de la cocina -Lagomarsino reconoció que tomaron café con Nisman cuando le llevó el arma- y dos huellas del propio fiscal.
Sobre la data de la muerte, la pericia reveló que, como piso, es de 29,7 horas antes de hallado el cuerpo. Es decir que habría muerto a las 2 de la mañana del domingo 18 de enero de 2015. Para la querella, el fallecimiento se produjo 36 horas antes de encontrado el cadáver, lo que daría como data del deceso las 20 horas del sábado 17.
El cuerpo tenía varios golpes. Uno en la pierna izquierda a la altura del tobillo, otro en la cabeza, dado para desmayarlo, otro en el riñón que, por el estilo, es propio de alguien que integra una fuerza de seguridad o es boxeador, y un golpe en la nariz, que estaba fracturada.
Por último, otro dato importante es que Nisman no tenía deflagración de pólvora en sus manos ni partículas de plomo, bario o antimonio, los tres componentes que detectan la pólvora.