El barrio Santa Rita, una de las zonas más carenciadas de Boulogne, partido de San Isidro, se compone de pequeñas torres, monoblocks grises y bordó de pocos pisos de alto, unidos por pasillos ubicados a lo largo de la avenida Yerbal, lo que forma pequeños laberintos. A.C.G., una auxiliar de escuelas de 41 años, vive en uno de ellos, precisamente en la planta baja de la Torre 1, con acceso al patio interno. Ayer por la tarde, A.C.G. oyó algo caer, un ruido sonaba desde su ventana: era una bebé recién nacida, con su cordón umbilical todavía adherido a su cuerpo, con la sangre fresca de su madre en la piel. Todavía estaba viva.
La mujer gritó, horrorizada; luego llamó a la Policía Bonaerense. Efectivos de la Comisaría N°3 de la jurisdicción, a pocas cuadras del barrio Santa Rita, llegaron al lugar. La bebé fue trasladada de urgencia al Hospital Municipal de Boulogne con pronóstico reservado; fue diagnosticada con una fractura en un fémur, presentaba escoriaciones varias, sufría de hipotermia. A las 20:40 de ayer, la bebé falleció.
En paralelo, los efectivos de la Comisaría N°3 regresaron a la Torre 1 en el barrio Santa Rita: S., la madre de la bebé, de apenas 18 años, fue arrestada, en una causa instruida por la fiscal especializada en violencia de género Laura Zyseskind. La Policía Científica encontró sábanas y frazadas ensangrentadas en su departamento. La hipótesis: S. habría lanzado a su hija por la ventana después de haberla parido. S. vivía en el primer piso de la torre, justo arriba de la mujer que encontró a la bebé.
Zyseskind, que logró encerrar de por vida al femicida Fernando Farré y fue la fiscal de juicio en el proceso que condenó a 19 años de cárcel a Carlos Colosimo, el tío de Wanda Nara acusado de abuso de menores, decidió imputarla. El cargo: homicidio agravado por vínculo, matar a su propia hija. El eco de Romina Tejerina, la joven jujeña que en 2005 fue condenada a 14 años de cárcel por el asesinato de su bebé recién nacida producto de una violación y liberada en 2012, es inmediato.
S., tras ser internada en el Hospital Materno Infantil de San Isidro ya que acababa de dar a luz, fue indagada por Zyszeskind esta mañana. Los contenidos de la declaración no fueron revelados por los investigadores. Lo cierto es que la fiscal decidió mantener la imputación. La joven habría recibido el alta en el transcurso de esta tarde, sin embargo todavía no hay ninguna notificación o pedido registrado por ella en el Servicio Penitenciario provincial. Quedará detenida en una comisaría hasta que el juez de garantías del caso disponga la prisión preventiva. Allí, S. será enviada a un penal.
¿Su bebé fue producto de una violación, tal como la de Tejerina? Fuentes policiales del caso aseguraban a comienzos de esta tarde que nada indicaba esto en el sumario. Los investigadores de la Policía Bonaerense y la fiscal Zyszeskind desconocen quién es el padre de la bebé muerta. "Ni siquiera se habla de un novio", asegura una fuente. S. será analizada por peritos psiquiátricos en las próximas semanas a pedido de la fiscal. Cualquier indicio de demencia, por lo pronto, está descartado. Un médico legista revisó a la joven antes de que fuera indagada: la declaró en perfectas condiciones para responder preguntas.
Ahora, ¿por qué lo hizo, si es que es culpable? ¿Por qué S. mató a su bebé recién nacida? Zyszeskind, apuntan fuentes cercanas a la investigación, sospecha que la joven habría mantenido oculto su embarazo durante los nueve meses de gestación y que la habría matado para mantener el secreto. Los primeros comentarios de sus familiares a la Policía se centraron en que ellos no sabían absolutamente nada de la existencia de la bebé.
Por otra parte, se le practicará una autopsia al cadáver de la bebé recién nacida para determinar con precisión su causa de muerte. La familia de S., compuesta por su madre y tres hermanos, todavía no declaró en la causa. Entre los vecinos, el silencio alrededor de la Torre 1 es notable.
Infobae llegó al lugar a comienzos de esta tarde. Muchos en el barrio no solo aseguraron no saber que S. estaba embarazada: la mayoría decía no conocer a la joven directamente, ni a ella ni a la auxiliar escolar que denunció el hallazgo de la bebé. "Se te van a hacer todos los boludos", advierte alguien al pasar. Un vecino de la cuadra primero dijo no conocerla, luego admitió: "Bueno, no se la ve mucho por acá". Nadie arriesgaba una hipótesis, una explicación de por qué la bebé está muerta.
Otros en el Santa Rita se veían más predispuestos; hablaron, por ejemplo, del padre de S., que supuestamente se habría suicidado, un tiro en la cabeza, años atrás. Varios primos de la joven estaban frente a la Torre 1, con llantos que se oían de fondo. "No queremos hablar", lanza uno, en voz baja, dando la mano tibiamente.
Dos policías entraron a la Torre 1 poco después de las 14, handy en mano. Salieron poco después. "Nada", aseguró uno de ellos: "Nada". Mientras tanto, las tareas investigativas para determinar qué ocurría en la vida de S. continúan.