Este fin de semana una familia porteña fue víctima de un secuestro virtual. Uno más que se suma a una estadística peligrosa. Infobae pudo acceder al audio extorsivo en donde, a diferencia de otros casos, los delincuentes desplegaron diferentes recursos para no ser descubiertos en el engaño.
En esta modalidad delictiva, los secuestradores virtuales abocan todos sus esfuerzos y recursos al objetivo del que depende toda su estafa: hacerle creer a sus víctimas que eso que dicen es real. Esto le sucedió a una familia del barrio de Recoleta.
En el audio se escucha cómo los delincuentes incorporan a su su puesta en escena un distorsionador de voz para no ser reconocidos y suman al relato datos verídicos, en este caso la dirección de la casa de la persona a la que están llamando.
– ¿Cómo no tenés nada? ¿Vos querés que yo te vea en Callao y te rompo todo? Vos querés que yo te diga dónde vas a estar y te rompo todo…
– ¿Pero cómo rompés?
– Está todo mal pibe…
Dichos al pasar los datos reales hacen que el engaño gane en credibilidad y que, en medio del shock, la víctima empiece a creer eso que le están diciendo. Al mismo tiempo, el virtual secuestrador tantea a su víctima con frases como "tu mamá me dice que tenés…" y así indagar sobre el botín y la suma de la que dispone esa voz al otro lado del teléfono a la que se pretende engañar.
– ¿Cómo que no tenés nada?
– Decime que voy para allá…
– Escuchame flaco, tu mamá dijo que vos tenés unos dólares guardados…
– Pero no los tengo acá…decime…
– ¿Dónde están?
– Decime qué hago…están en el banco… decime pero busco…
Los llamados por lo general son de madrugada y responden a una serie de patrones: un escenario inventado -un secuestro, un accidente- y la utilización de los pocos datos que se tienen de la víctima -un nombre, una dirección, un modelo de auto-, para extraer la mayor información posible. Una base de certezas sobre la que seguir construyendo la farsa.
– Habla el comisario Arévalo de la Policía de Tránsito. Hay una persona que tuvo un accidente y nos dio su teléfono.
– ¿Qué persona?
– Es una mujer, está muy nerviosa, no puede hablar…
– ¿Leo?
– Leo ¿Es familiar suya?
Con preguntas pensadas de antemano, que siempre abarcan diferentes opciones para que sea la misma víctima la que involuntariamente termine delatándose, el primer objetivo de los delincuentes es siempre recabar la mayor cantidad de información posible.
– Hubo un accidente del que participaron dos autos, una camioneta y una moto.
– Mi hijo tiene una moto.
– ¿Cómo se llama su hijo?
– Martín.
Ante las preguntas la reacción de los estafadores es siempre la misma: la conversación adquiere otro tono, elevan la voz, insultan y amenazan con matar a nuestro ser querido si continuamos indagando o si nos negamos a pagar el dinero que nos exigen.
Se intenta que la persona nunca corte el teléfono, al tiempo que se va negociando el valor del supuesto rescate, que siempre varía según la cantidad de dinero de la que disponga en ese momento la circunstancial víctima. El secuestrador sabe que el tiempo es la primera contra y que una entrega a largo plazo terminará desbaratando su plan.
Celulares clonados
El avance de la tecnología es un factor que ha hecho crecer el nivel de los engaños en materia de secuestros virtuales. Las bandas además de usar técnicas de persuasión violentas y de jugar con el pánico de las víctimas, incorporaron un nuevo elemento: celulares clonados.
De esta manera, cuando hay víctimas que dudan de la veracidad del secuestro y llaman al familiar "secuestrado", los atiende un integrante de la banda que les confirma el rapto. Estos casos empezaron a repetirse desde hace unos años y a generar alerta entre las autoridades judiciales y policiales.
Seis recomendaciones para tener en cuenta ante ataques virtuales
En relación a este tipo de delitos, el Ministerio de Seguridad de la Provincia recomienda:
– No brindar ninguna información personal, de un familiar, de actividades que se realicen o de los bienes que se posean.
– Advertir a los niños en el caso de que éstos acostumbren a atender el teléfono, para que no den esa información a desconocidos.
– Más allá de cualquier amenaza que se pueda recibir por teléfono, cortar inmediatamente la comunicación, tratando en lo posible, de anotar el número de teléfono desde el cual lo han llamado.
– En caso de no poder anotar el número, o si llaman desde un número desconocido, cortar de todos modos la comunicación telefónica.
– Tratar de ubicar a sus familiares. Si no puede hacerlo comuníquese con otras personas que puedan a su vez ayudarlo a contactarse.
– Contactar inmediatamente a la policía a través del 911 o los números de la comisaría local.
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