90 días sin Daiana Garnica: cronología de una desaparición

¿Dónde está la adolescente tucumana?

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El sábado 6 de mayo, Daiana Garnica, de 17 años, recibió en su celular un mensaje de WhatsApp de su vecino, Darío Suárez, un hombre de 40 años que vivía con su esposa y sus hijos a 20 metros de la casa de Alderetes, en Tucumán, donde la adolescente vivía con su mamá, Susana Cisneros, y sus siete hermanos: Soledad, Joel, Gabriel, Leonardo, Fabio, Silvia y Melina. Los Suárez y los Garnica habían compartido infinidad de mates, de cenas, de festejos, tardes enteras de charlas en casa de unos y de otros. Darío y Daiana se conocían, él le decía que ella era su "hermanita" y ella confiaba en él.

"Escuchame hermanita chikita esto no tiene que saber nadie, es una sorpresa para mi vieja por eso te dije que no sepa nadie, inventale cualquier cosas a tu mamá así salís un rato. No quiero q me falles después te llevo hasta Alderete", decía uno de los mensajes que Suárez le mandó ese sábado a Daiana. Más tarde lo borró de su teléfono, pero quedó grabado en el de ella.

"Salí un ratito afuera así te llamo", le pidió. Ella salió y hablaron. Después insistió con más mensajes en que no le dijera a nadie que se iba con él: "nole digas k vas conmigo en la moto ah nadien desilen k vas en colectivo si", escribió. Daiana caminó hasta la ruta. Un testigo anónimo declaró ante la Justicia que los vio juntos en la esquina de Jujuy y San Lorenzo, pero solamente Suárez volvió a su casa.

Gentileza El Intransigente
Gentileza El Intransigente

Una semana antes de la desaparición, el domingo 29 de abril, Ramón Garnica se había levantado pensando en manejar los 120 kilómetros que separan Alderetes de San José, donde vive, para visitar a sus ocho hijos. Pero un hermano suyo se había llevado ese día el auto y no viajó. "No hay problema, la próxima", se acuerda que le dijo Daiana cuando él llamó a casa de su ex mujer para avisar que no iba. "No la volví a ver", se lamenta Ramón en diálogo con Infobae, a casi 100 días de esa conversación y 90 que no sabe nada de su hija.

"No me reprocho nada, la vida a veces no es lo que uno quiere", comenta al acordarse de la visita que no pudo ser y asegura que a pesar de que él estaba lejos, con su hija hablaban por teléfono todos los días. "A mi hija la buscaron por homicidio, pero esto no es un homicidio, a mi hija la vendieron por trata", aseguró Ramón, convencido de que Daiana está en algún lugar privada de su libertad, que la cambiaron por plata, que está viva.

De ese 6 de mayo en el que Daiana Garnica y Darío Suárez intercambiaron mensajes, que ella salió de su casa, que un testigo anónimo los vio charlando en una esquina de Alderetes, existe un dato más que da pie a la peor de las hipótesis: ese día, después de meses inactivo, volvió a encenderse el horno de la cortada de ladrillos en la que trabajaba Suárez.

Apenas el fiscal Claudio Bonari recibió la denuncia por la desaparición de Daiana el domingo 7 de mayo, tuvo la sensación de que algo andaba mal. Intentó disponer de inmediato una serie de allanamientos, pero según su versión, se encontró con un problema que no esperaba: ni los jueces subrogantes del Juzgado de Instrucción N°5, Víctor Manuel Rougés y Marcelo Mendilaharzu, ni el secretario de esa oficina, Carlos López, se encontraban para autorizar los procedimientos. Él los hizo igual.

Esta semana Julieta Jorrat, defensora legal de Suárez y de al menos 10 de los imputados en la causa, pidió que se declare nula la investigación y se vuelva a foja cero porque Bonari no contó con la autorización de un magistrado para realizar los procedimientos ese día, hace tres meses. Si se diera lugar al pedido todos los sospechosos podrían quedar libres.

"Si se declaran nulos los primeros allanamientos, la investigación recibirá un golpe muy duro. Será muy difícil probar la teoría que planteó el fiscal, ya que hay actos que son únicos e irreproducibles", le explicó en los últimos días al diario tucumano La Gaceta Álvaro Zelarayán, abogado de la mamá de Daiana, tras darse a conocer la movida de la defensora Jorrat.

Claudio Bonari (La Gaceta de Tucumán)
Claudio Bonari (La Gaceta de Tucumán)

"A nosotros nos secuestraron una hija, si quieren criticar cómo se manejó la Justicia y revolver cosas es tema de ellos", le expresó Ramón a este medio y consideró que si los jueces no estaban, el fiscal Bonari hizo a fin de cuentas lo que tenía que hacer. Por estas horas la labor del representante del ministerio público, de los magistrados y del funcionario judicial, es materia de investigación.

"Desde el primer momento presenté al secuestrador, a este sujeto lo usaron, él puso en manos de otro a mi hija y el entorno de él sabe de quién", aseguró el papá de Daiana apuntando a su ex vecino como el último eslabón de una cadena que llegaría mucho más lejos. Al momento fueron procesadas 13 personas en el marco de la investigación, la mayoría familiares y allegados al principal sospechoso, 12 con prisión preventiva.

La hipótesis del fiscal es que Suárez abusó de Daiana, luego la asesinó y se deshizo de sus restos quemándola en el horno de la cortada. Según sus sospechas no lo hizo solo, sino que contó con la colaboración de otras personas, entre las que se encontrarían un amigo y compañero de trabajo, Fabián Ernesto "Sapo" Pacheco y el dueño de la ladrillera, Juan Mátar.

Bonari caratuló la causa como "privación ilegítima de la libertad seguida de homicidio", a pesar de que no hay un solo rastro de Daiana y de que existe también una segunda línea de investigación que apunta a que la joven pudo haber sido víctima de una red de trata.

En el transcurso de los primeros días Bonari realizó allanamientos en la casa de Suárez, de su círculo íntimo, secuestró once teléfonos celulares, estudió los cruces de mensajes entre ellos e hizo tres inspecciones a la cortada de ladrillos, convencido que de ahí saldrían las pistas que lo llevarían a descubrir lo que había pasado ese 6 de mayo.

Tan convencido estaba de que en torno a ese lugar encontraría las respuestas que buscaba, que el 13 de mayo policías al mando de los comisarios Hugo Cabezas, Sergio Juárez y Daniel Cuellar, acompañados por bioquímicos forenses de la fuerza, volvieron por tercera vez en una semana a la ladrillera a analizar nuevamente uno de los hornos del lugar. Encontraron los que parecían ser restos de piezas dentales y un trozo de acero quirúrgico, que se barajó podría ser parte de un piercing que usaba Daiana. El fiscal se ilusionó con las muestras, pero estaba a punto de recibir un revés inesperado.

Un mes más tarde, el domingo 18 de junio, cuando Bonari citó a las partes para informar sobre el resultado de las pericias, se conoció la noticia de que los dos sobres con las muestras recogidas del horno ese 13 de mayo en la ladrillera, habían desaparecido. El fiscal dictó de inmediato el secreto de sumario de la causa y se detuvo a 10 efectivos de la Policía de Tucumán. Siete fueron liberados ese mismo día y tres quedaron a disposición de la fiscalía. Desde ese momento el caso es seguido por la Policía Federal.

También se dijo que los sobres pudieron haberse "traspapelado" o los elementos desintegrado debido al estado de descomposición en el que se encontraban. "Si eso fue lo que pasó, habrá que demostrarlo", manifestó Bonari en torno a estas conjeturas sobre los dos materiales de prueba que podrían haber resultado determinantes para la investigación y que aún hoy continúan desaparecidos.

Existe también un dato que además de complicar la investigación, llama la atención en el marco de la desaparición de una adolescente de la que supo un país entero: fuentes cercanas al caso dejaron saber que desde los primeros días en que se conoció la noticia reciben entre tres y cuatro pistas falsas sobre la desaparición de Daiana.

(La Gaceta)
(La Gaceta)

Una de las pistas falsas de la que se tuvo conocimiento mediático fue la de una joven que en su muro de Facebook aseguró que un tal Christian había "entregado" a la chica a una red de trata de personas.

La joven llegó inclusive a describir en la red social cómo la habían subido a un auto rojo y también el sobre con dinero que habría recibido después el sospechoso. La misma presunta testigo se contradijo más tarde y reconoció que había mentido para involucrar a su ex novio porque la había abandonado.

En muchos casos, los datos falsos que recibió la policía dificultaron la tarea y el aprovechamiento del tiempo en la búsqueda de Daiana, ya que se gastaron recursos en líneas de investigación que no llevaron a ningún lado.

De los operativos de búsqueda durante estos tres meses participaron 200 efectivos de diversas fuerzas junto a canes, caballos, un helicóptero y un drone. La provincia de Tucumán ofreció una recompensa que fue en aumento y que hoy está en el orden de los $100.000 para quien pueda brindar cualquier tipo de información que ayude a dar con la adolescente.

Durante los rastrillajes, los perros encontraron ropa que se creyó estaba manchada con lo que parecía ser sangre, pero sobre la que las pericias arrojaron resultados negativos. De los allanamientos surgieron dos o tres mensajes escritos en hojas de papel que sirvieron para alimentar la fantasía y las páginas de los diarios, pero no para involucrar a Suárez o a alguno de sus familiares.

Entre las últimas novedades Infobae pudo saber que este jueves, Susana Cisneros, la mamá de Daiana, estuvo en Buenos Aires donde fue recibida por representantes del Gobierno de la Nación.

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