"Yo nunca voy a 'transar' con el narcotráfico y por eso me balearon", repetía una y otra vez. Era junio de 2015 en el hospital Cullen de Santa Fe capital. En una de sus habitaciones, Pablo Cejas, un cabo de la policía local hablaba con numerosos medios de prensa para informarles que había sufrido un intento de asesinato por denunciar los vínculos entre la cúpula policial de la ciudad y los capos narcos. Dos años después de aquel suceso, y con numerosas amenazas mediante, el policía apareció muerto en el barrio Yapeyú, con nada menos que 19 orificios de bala en el cuerpo.
La historia comenzó en los primeros días de mayo del 2015. Cejas, internado en el Cullen, denunció haber sido víctima de un intento de asesinato en la ciudad de Recreo, cuando intentaba arreglar su moto junto a una ruta.
El policía afirmó que dos individuos se le acercaron y desenfundaron sus armas, por lo que se produjo un tiroteo. Cejas recibió dos disparos, uno en el pecho y otro en la cabeza, pero salvó su vida gracias al chaleco antibalas y al casco para viajar en el rodado.
Según su testimonio, días antes del ataque, había mantenido una fuerte discusión con dos de sus superiores en la fuerza, cuando se negó a encubrir "kioscos" famosos de venta de droga de Santa Fe capital.
"Todos conocen esos lugares, pero muy pocos se animan a hablar sobre la relación de la policía y el narcotráfico y todo lo que deja el propio narcotráfico. Hay personal policial que en tiempo récord levantó casas, se compró autos de alta gama, se va de viaje al exterior", relató ante la prensa santafesina, pocos días después de recibir el alta.
Cejas advirtió que no se comunicaba de manera directa con el Jefe de la policía santafesina, pero que la manera de accionar de sus superiores era clara: cada vez que con una patrulla se acercaba a una zona caliente de venta de drogas, recibía una orden para abandonar el lugar.
Si bien su denuncia por el ataque quedó en manos de la Justicia, el policía fue pasado a disponibilidad al poco tiempo.
Luego reaparecieron las amenazas. Los llamados telefónicos y mensajes de texto se convirtieron en algo cotidiano, por lo que el policía se convirtió en un testigo protegido y mantuvo una custodia instalada en la entrada a su hogar.
Así y todo, la situación se volvió más tensa cuando, dos meses después, la casa de su suegra amaneció con cinco disparos de bala impactados en su frente. Eso provocó que, con el paso de las semanas, la propia esposa del cabo decidiera abandonarlo y dejara el hogar junto al hijo de ambos, de siete años.
Poco después, su hijo mayor también fue víctima de un ataque. Mientras se encontraba en la puerta de la casa de un amigo, fue abordado por cuatro hombres que le preguntaron "¿Vos sos el hijo del botón?", y abrieron fuego. Todos las balas impactaron contra el frente del hogar.
Mientras la investigación continuaba con su curso, la historia pareció enfriarse en la luz pública hasta julio de 2016, cuando el propio Cejas fue protagonista de otro hecho de gravedad.
El 15 de julio del año pasado, el cabo se atrincheró en un restaurante de la Costanera con su arma reglamentaria 9 mm en su mano. Entonces, Cejas se quejó del accionar policial en la lucha contra el narcotráfico y hasta amenazó con matarse.
"Yo ya perdí todo, esposa, hijo, no me queda nada. Lo único que me queda es una pistola que ahora tengo contra mi garganta. Que mi sangre caiga derramada", afirmó en su momento el oficial.
Luego, fue derivado al hospital Mira y López, donde se le realizaron diversos estudios de salud mental.
Ahora, la figura de Cejas reapareció en la escena pública en las últimas horas y con la peor noticia.
Según los medios santafesinos, el policía fue acribillado en una casa ubicada en la calle Neuquén al 6400, en el barrio Yapeyú. Según informó Rolando Galfrascoli, subsecretario de investigación de Santa Fe, Cejas presentaba 19 orificios de bala en su cuerpo y se trató de un problema personal con individuos del barrio.
"Aparentemente fue por una situación personal. Se había producido un enfrentamiento entre él e individuos del barrio que están sindicados como personas conocidas de él. Esta persona había ido en busca de ellos para resolver de manera violenta el altercado que habían tenido minutos previos", dijo el funcionario al canal TN.
"Queremos llevar rápidamente justicia al caso para dilucidar concretamente quiénes fueron los autores del crimen y qué los llevó a cometerlo", añadió.
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