Patricia Suenaga se lamenta por Lucas Alexis Romero, el mayor de sus cinco hijos. Anoche, la Policía Bonaerense arrestó a Romero, de 25 años y padre de una hija de cinco, acusado de participar en el brutal homicidio del chofer de colectivo Carlos Sánchez, ocurrido el miércoles por la noche en el marco de un ataque motochorro: los ladrones, antes de huir, le dieron un tiro en la cabeza. La bala traspasó el vidrio del colectivo que manejaba, un móvil de la línea 514.
"Tiene que tenerse fe, no hizo nada", Suenaga se repite a sí misma mientras habla con Infobae en su casa familiar en la zona de Claypole. Para Suenaga, su hijo es básicamente un perejil: "Yo le pido a la familia del colectivero que nos escuche, le pido a los chicos que quisieron robarle a Sánchez que se entreguen. Mi hijo no fue. Queremos justicia para ese colectivero. Mi hijo y mi familia no tenemos la culpa de toda la malandra que anda por Lomas de Zamora. La comisaria de acá le enchufó esta causa. De nuevo, Lucas no fue", asegura.
Romero fue encontrado en la casa de una de sus hermanas en Florencio Varela, donde vivía desde hace un tiempo. Lo esposaron frente a sus dos sobrinas y a su padre, Omar, un trabajador ferroviario. Quien llevó a la Policía Bonaerense allí, curiosamente, fue su propio padre.
Poco antes de la detención, los efectivos bajo órdenes de la UFI N°4 del fiscal Lorenzo Latorre y el juez de garantías Gabriel Vitale habían allanado la casa en la calle Vilcapugio para llevarse la supuesta moto enduro empleada en el ataque que le costó la vida a Sánchez, según confirmaron fuentes de la investigación, una Motomel Skua. Así, el operativo cambió de foco: de Claypole a Florencio Varela. La madre de Romero no quiere reconocer si efectivamente su propio marido entregó a su hijo, un punto que también esquivan voces alrededor del expediente. Suenaga continúa con la tesis de inocencia y contradice a la Bonaerense: "Era la moto con la que mi marido llegaba de trabajar. No tiene nada que ver. Es una Skua. La que la Policía está buscando es una Honda Tornado", asegura.
Romero tenía antecedentes. "Para mí lo vinieron a buscar por la causa que tenía de antes", dice la madre. El joven tenía un pedido de captura vigente por robo a mano armada, emitido el 18 de mayo por la UFI N°1 de Lomas de Zamora. De cara a la muerte de Sánchez, la madre de Romero tiene una coartada. El miércoles por la noche, mientras mataban al colectivero, "mi hijo estaba durmiendo en la casa de la hermana", asegura: "No hubo testigos que lo reconocieran, que nosotros sepamos".
"Lucas tenía trabajo", afirma Suenaga. Registros comerciales indican que tuvo empleo en blancoal menos hasta mayo del año pasado en Cap Pretorian SRL, una empresa de seguridad de eventos: "Después se quedó en la calle y empezó a hacer changas".
Lo cierto es que, de acuerdo con fuentes de la investigación, Romero será indagado esta tarde por la muerte de Sánchez. Hay un prófugo, el segundo partícipe del ataque motochorro, que los detectives estiman que sería cómplice de Romero hace tiempo: Patricia dice no conocerlo. "Mi marido ya fue para la fiscalía", asegura: "No tenemos plata para un abogado. Lo defenderá el del Estado".
Una nueva causa en contra de Romero salió a la luz en el curso de la mañana. No una por robo, sino por violencia familiar: este año, el Juzgado de Familia N°1 de Lomas de Zamora le impuso una restricción perimetral.