Los padres de Daiana Garnica, la adolescente tucumana de 17 años que permanece desaparecida desde hace 18 días, se reunieron este miércoles con el fiscal que lleva adelante la investigación para interiorizarse de las últimas novedades. En ese marco se dio a conocer el hallazgo de dos escritos que complican la situación de Darío Suárez, el principal imputado.
Susana Cisneros y Ramón Garnica, quienes anoche participaron de una nueva manifestación en la capital tucumana en reclamo de justicia por su hija y otras jóvenes que siguen desaparecidas, asistieron esta mañana junto a su abogado a la oficina del fiscal Claudio Bonari.
Si bien no trascendieron detalles de la conversación privada que mantuvieron en los tribunales, fuentes de la investigación recordaron que el fiscal esperaba conocer los resultados de los análisis realizados a restos de ropas y distintos objetos hallados en viviendas de los acusados y en los hornos de ladrillos donde se centralizaron los rastrillajes.
La investigación del fiscal apunta principalmente a Suárez, la última persona en ver a la menor el día de la desaparición. Días atrás, los perros especializados en búsquedas detectaron en la casa del acusado escritos que lo involucran sentimentalmente con la adolescente y que, según trascendió, serán analizados por peritos calígrafos, que intentarán demostrar que él escribió los mensajes.
Sergio Pérez, abogado de la familia Garnica, advirtió en diálogo con la prensa tucumana: "No podemos confirmar nada porque lo estamos investigando para presentar nuestras conjeturas". De todas formas, admitió: "Hay cuestiones ahí que no nos cierran y queremos analizarlas".
La desaparición
Garnica, de 17 años, salió de su casa en un barrio de la localidad de Alderetes el sábado 6 de mayo por la tarde, citada por un mensaje de teléfono celular por Darío Suárez, un vecino de 40 años, que le pidió que la acompañara a comprar un aire acondicionado con la condición de que no revelara que saldría con él porque supuestamente se trataba de un regalo sorpresa.
Sin embargo, la joven nunca regresó y Suárez fue visto por su familia ese mismo sábado por la noche, por lo cual comenzó una intensa investigación que hasta hoy no pudo dar con el paradero de la menor de edad.
En ese marco, el gobierno tucumano publicó en el Boletín Oficial de la provincia y difundió por los medios un ofrecimiento de recompensa por 50 mil pesos para quien pueda aportar datos certeros sobre el paradero de Garnica.
La recompensa de la provincia se suma a otra que había ofrecido la semana anterior el municipio de Alderetes, donde vive la familia de la adolescente desaparecida.
De acuerdo a las fuentes de la investigación, la principal hipótesis que sigue el fiscal apunta a que la adolescente pudo haber sido asesinada y posiblemente sus restos hayan sido incinerados en los hornos de ladrillo donde trabajaba Suárez, los que según fuentes locales se habrían prendido el día de la desaparición de Daiana, luego de permanecer inactivos durante meses.
Por eso, además de Suárez y varios familiares, siguen detenidos otro obrero compañero del acusado en la ladrillera, Fabián "Sapo" Pacheco, y el dueño del predio, Juan Mátar, acusados por encubrimiento.
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