El informe psicológico describe a Carina Di Marco, mamá de Florencia, la nena de 12 años violada y asesinada el mes pasado por su padrastro en San Luis, como una mujer "fría y distante sobre lo acontecido".
Di Marco fue procesada el jueves pasado por el delito de "abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo, por ser guardador y por el aprovechamiento de la situación de convivencia preexistente, en calidad de partícipe necesario".
Desde ese día, Di Marco se encuentra alojada en la Unidad N° 4, Cárcel de Mujeres, del Servicio Penitenciario Provincial. Está aislada y así permanecerá durante los 8 días de adaptación. En este tiempo recibirá la atención psicológica y médica, y también será entrevistada por las autoridades del Penal.
Como parte del extenso protocolo que tiene que ver con su procesamiento, está el informe psicológico realizado por los profesionales Miriam Martínez, Graciela Richard y Gladys Amieva, al que tuvo acceso el diario puntano El Chorrillero, que este lunes publica algunos puntos del relevamiento.
Según el medio local, al momento de ser evaluada la imputada se encontraba "orientada en tiempo y espacio" y conservaba las funciones básicas "sin perturbaciones, sin alteraciones".
Además de la evaluación se desprende que Di Marco presenta una "importante introversión, un repliegue sobre sí misma, que le hacen permanecer particularmente fría, distante sobre lo acontecido, a la vista de otros".
En relación al pensamiento, asegura el informe, "no se aprecian alteraciones en el curso y contenido", y muestra "un pensamiento coherente, lógico y destacadamente concreto".
Por otro lado en la esfera afectiva "se destaca una marcada disociación emocional, lo que se presenta como una importante carencia de resonancia afectiva".
"Podemos concluir que se trata de una mujer con un elevado nivel de introversión centrada en sí misma, con escasa resonancia afectiva, marcada disociación, destacándose la proyección, como mecanismo de defensa utilizado. Todo ello la ubica en un estado de empobrecimiento y debilitamiento de sus recursos personales internos, actuando en detrimento de su capacidad para hacer frente a las demandas externas actuales", asegura el escrito.
Además de la dimensión psicológica, el informe abarca un análisis socio-ambiental que fue realizado en la vivienda de la familia. De esa entrevista surge que "a pesar de la situación en la que se encontraba" Di Marco, "de un elevado estrés socio-emocional, por los acontecimientos que se estaban desarrollando, en todo momento tuvo control, apelando al término normal, tendiendo a naturalizar situaciones de violencia simbólica, psicológica y presumiblemente física".
Puntualiza, además, que la mujer prioriza "el discurso de la pareja, minimizando, naturalizando e invisibilizando situaciones de violencia psicológica, física y emocional, que no le permitían atender otros indicadores que manifestaba por ejemplo Florencia. La familia posiblemente dejó de ser para la niña un lugar de protección y seguridad".
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