Treinta son los días que los curas Nicola Corradi (82) y Horacio Corbacho (56) cumplen detenidos en la cárcel mendocina de Boulogne Sur Mer.
Y las postales de su día a día poco y nada se asemejan a aquellas de libertad e impunidad que respiraban en los extensos jardines del instituto religioso para chicos sordomudos Antonio Próvolo, en calle Boedo de Carrodilla, Luján de Cuyo.
Hasta el 24 de noviembre ambos eran sacerdotes en el establecimiento- donde Corradi también era el regente-, pero desde el 30 de noviembre están detenidos en este complejo penitenciario, junto a los administrativos Jorge Bordón (50), José Luis Ojeda (41) y Armando Gómez (46), imputados por el delito de abuso sexual y corrupción de menores cometidos a más de una veintena de chicos vulnerables que durmieron en el albergue de dicha institución desde 2005.
Todos están imputados como autores y continuarán en sus celdas, teniendo en cuenta que el jueves último la Justicia rechazó el pedido de prisión domiciliaria para los dos clérigos.
El enojo y las peleas en la cárcel
"Corradi está alojado en la celda 6, en la planta baja del Pabellón 5, junto a Corbacho. Este último se hace cargo del cuidado personal del cura y comparten la misma celda, de sólo dos camastros. No han tenido ningún problema con otros internos, pero casi no hablan ni mantienen relaciones con los demás", coincidieron desde el interior del penal al reconstruir un día en la vida de los dos curas.
"Bordón está en el mismo pabellón, en la celda 3, también de la planta baja. Pero no comparte nada con los sacerdotes ya que, a raíz de la causa, no hay buena relación entre ellos. Tuvieron algunas peleas y discusiones fuertes y por eso se decidió separarlos, que no estén en las mismas celdas y que no coincidan en los espacios comunes", acotaron, aclarando que este sector de la prisión está reservado para procesados por violencia de género, femicidios y abusos sexuales.
En tanto, Gómez y Ojeda -ambos hipoacúsicos- comparten una celda en otro pabellón, el 14 B. Si hay algo que tienen en común los cinco detenidos es que no realizan ninguna actividad especial durante su rutina, como si únicamente esperaran que cada día llegara a su fin. Del mismo modo aguardarán hasta que, finalmente, la escalofriante causa sea elevada a juicio.
A Corradi y Corbacho se les realizan estudios médicos a diario, teniendo en cuenta la avanzada edad del primero. Según los registros penitenciarios, Corradi es "hipertenso y senil". No obstante, de acuerdo a los informes presentados por el Cuerpo Médico Forense -y en base a estos mismos estudios-, el cura se encuentra apto para seguir detenido en Boulogne Sur Mer.
El jueves 22, a la audiencia donde se definió su suerte y la de Corbacho, el religioso de 82 años llegó en una silla de ruedas. No obstante, cuando debieron ingresar al salón para conocer la determinación de la jueza Alejandra Alsono-una vez culminado el cuarto intermedio-, lo hizo esposado y caminando por sus medios.
"En cuanto a la convivencia, los que están en el Pabellón 5 son presos muy tranquilos, pese a lo resonante y violento de los hechos por los que están detenidos e imputados. No hay revueltas ni peleas y no 'salta la bronca' entre ellos, puesto que todos los alojados están encerrados por delitos similares. Junto a Corradi, Corbacho y Bordón, entre otros, están en ese sector Roque Arroyo (54) -quien está imputado por el femicidio de su hija Ayelén- y Daniel Salazar (30) -quien mató a 3 mujeres e hirió a 2 menores", continuaron desde el penal. "Incluso hemos visto que otros internos se han acercado y han hablado con los curas sin inconvenientes. Creemos que hasta les han pedido que los confiesen", acotaron.
El Pabellón 5 de Boulogne Sur Mer es uno de los más nuevos del complejo. Fue inaugurado en noviembre del 2015, tiene 2 pisos, pero ya está superpoblado.
Hace un mes se conoció que cerca de 70 reclusos dormían en los pasillos de ese sector ante la falta de plazas en las celdas (tiene lugar para 150/200 internos, y hay cerca de 230). Pero el creciente número de denuncias por violencia de género -un centenar en el último mes-, y las detenciones ordenadas a raíz de éstas, llevaron a esta conflictiva situación.
"A raíz de esto, hace unos meses se comenzó a restaurar el Pabellón 9 que se encuentra deshabitado. Son los mismos presos de la cárcel quienes están trabajando para dejarlo en condiciones. La idea es que quede habilitado cuanto antes, para duplicar al menos la capacidad y poder trasladar a algunos de los internos que están en el 5. Y así descomprimir la situación", agregaron desde el Servicio Penitenciario Provincial.
Navidad sin visitas y orando
Desde el 30 de noviembre, cuando llegaron a la cárcel, hasta la fecha, dos de los cinco detenidos no han recibido ninguna visita: Corradi y Ojeda.
A Bordón lo visitan periódicamente su esposa, su yerno y un amigo; mientras que a Gómez lo han ido a ver su esposa, su hija y su cuñado. Corbacho, en tanto, ha sido visitado en reiteradas oportunidades por un amigo y una amiga.
Siempre de acuerdo a los registros de visitas, y a los comentarios de quienes a diario se encargan de su custodia, el sábado y domingo último (Nochebuena y Navidad) los cinco detenidos permanecieron encerrados en sus celdas y no recibieron ninguna visita. Los curas rezaron y no cruzaron palabra con otros detenidos.
Una nueva víctima
"Nuestra postura es hacer una defensa técnica en el expediente, pero no vamos a dar ninguna nota", contestó de forma esquiva Pablo Kletzl, abogado de los dos sacerdotes, cuando fue consultado por Infobae sobre su estrategia de defensa. No obstante, trascendió que apelarán el rechazo a la prisión domiciliaria.
Por otro lado, el expediente sigue creciendo. Gustavo Stroppiana, nuevo fiscal designado a cargo de la causa, sigue acumulando pruebas contra los detenidos. Durante una Cámara Gesell se confirmó un nuevo y dramático caso de un ex alumnos del Próvolo que tiene a dos de los imputados señalados como autores.
Las víctimas de abuso sexual en el Próvolo hasta hoy son 26. Los investigadores no descartan que puedan sumarse nuevas y terribles denuncias.
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