Una argentina que vive en Punta del Este denunció la semana pasada un intento de secuestro en una situación más que confusa que, pese al susto, tuvo un desenlace afortunado. Alejandra reclamó haber sido golpeada y torturada dentro de su vehículo después de un falso control policial y alude haberse salvado gracias a la llegada de terceros al lugar.
La mujer relató el desagradable suceso en un audio de whatsapp que se esparció en las redes sociales durante la noche del martes y la denuncia del hecho fue confirmada a Infobae por las mismas autoridades policiales de la región.
"El episodio fue catalogado como un hecho confuso. La denuncia de la señora existió, ella dio detalles sobre lo que sucedió y ahora nos encontramos en plena investigación tratando de descifrar qué fue lo que ocurrió", le detalló a Infobae el comisario de la Jefatura Policial del departamento de Maldonado, Joe López García.
Alejandra, que hace unos pocos años se mudó a la ciudad uruguaya de Punta del Este, describió que ayer por la tarde llevó a su esposo Daniel al aeropuerto de Laguna del Sauce para que el hombre se subiera a un vuelo hacia Buenos Aires.
En el regreso a su hogar, la mujer se detuvo en el kilómetro 113 de la Ruta Interbalnearia al ser interceptada por tres individuos, dos hombres y una mujer, que vestían con indumentaria policial y habían desplegado conos de marcación en el camino.
Según el relato, al detener su Jeep Cherokee, los tres supuestos agentes se introdujeron en el vehículo y obligaron a la argentina a acomodarse en el asiento trasero. "No eran policías, eran ladrones. En realidad no sé si eran ladrones o secuestradores porque lo que querían era llevarme. Me golpearon y me picanearon. Fue un momento muy feo el que pasé", dijo la víctima.
"Todavía resulta un misterio las intenciones de los atacantes. La propia mujer nos dijo que en su vehículo se encontraban artículos de valor y que ninguno de ellos fue sustraído. Todavía no tenemos pruebas suficientes como para confirmar que se trataba de un secuestro", agregó el comisario López García a Infobae.
Alejandra explicó que la presencia de esos conos en la ruta fue precisamente lo que ayudó a evitar que el secuestro se llevara a cabo. Al ver la señalización en el camino, varios automóviles detuvieron su marcha y, al escuchar los gritos de ayuda de la argentina, decidieron bajarse de sus autos para ver lo que sucedía.
Así, los atacantes notaron la presencia de terceros y se escaparon en dos vehículos que estaban ubicados al costado del camino.
Luego, Alejandra regresó al aeropuerto, donde fue atendida de sus heridas y le suministraron un calmante, ya que se encontraba en una crisis de nervios.