El testimonio clave del hijo que vio como mataban a su madre en Rosario

El apuntado es Jonathan Olivera, un rosarino de 23 años

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La casa en la que
La casa en la que asesinaron a Laura López y su hija

El 20 de enero de 2013 la policía ingresó a una casa en La Lagunita, un asentamiento de Rosario, y encontró a Laura López, de 27 años, y su hija Mía, de 4 años, en el suelo. Ambas estaban muertas. Habían sido asesinadas a martillazos. Pero en la escena había un sobreviviente. Tomás, el hijo de la víctima, de 7 años, se había escondido debajo de la cama. El testimonio que dio el pequeño, tres años después del homicidio en una cámara Gésell, es clave en el juicio contra el principal acusado del crimen.

"Jony ya te vi, sé que sos vos". Con esa frase, según el niño sobreviviente, su hermana reconoció al asesino. El apuntado es Jonathan Olivera, un rosarino de 23 años que está detenido hace tres años y es el único imputado por el crimen.

El mes de noviembre arrancó con buenas noticias para la familia de López ya que comenzó el juicio por el doble homicidio. En la primera jornada Olivera se defendió y se desligó del asesinato. "Jamás maté a nadie y menos a una criatura", expresó.

La Fiscalía entiende que Olivera es el responsable del crimen y pidió que lo condenen a prisión perpetua. La fiscal María Alejandra Rodríguez y las abogadas querellantes Agustina Prestera, Ingrid Plessen y Virginia Llaudet reclamaron la reclusión perpetua por los delitos de robo y doble homicidio críminis causa –cometido para robar- y agravado por el ensañamiento.

Los familiares pidieron justicia en
Los familiares pidieron justicia en la puerta de los tribunales de Rosario(La Capital)

Larua López vivía en una casa ubicada en el pasaje 1851 al 6600 junto a sus dos hijos. Le entraron a robar y las mataron brutalmente. Del domicilio solo se llevaron un juego de PlayStation y un reproductor de DVD.

Una de las testigos en declarar en el juicio fue la niñera de los hijos de López. La mujer llegó a la casa y se encontró con Laura y Mía en el suelo. En su declaración indicó que vio a Jonathan a través de un ventiluz que da a la calle.

Según la reconstrucción que hizo la fiscal, López estaba por salir de su casa para trabajar en una empresa de catering y, cerca de las siete de la mañana, un hombro entró por la ventana y la atacó con crueldad. Mía, la pequeña de 4 años, salió de su habitación y emitió la frase que escuchó su hermano. Como el Jonathan se dio cuenta que la había identificado, la golpeó con un martillo y le generó un hundimiento en el cráneo.

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