Disfónico, con un fino hilo de voz, y ahogado en sus propias lágrimas, el carnicero Daniel Oyarzún enfrentó las cámaras que lo esperaban en su casa luego de ser beneficiado por la Justicia con una "excarcelación extraordinaria".
Casi no respondió preguntas. Descargó todo lo que masticó en prisión casi sin interlocutores que lo interrumpiesen. "Esto es lo que más quería, estar con mi familia; soy una buena persona, un padre y nada más", dijo Oyarzún.
Acompañado por su mujer Noemí, sus padres, su hermano y amigos del barrio, el comerciante de Zárate que persiguió y atropelló a un ladrón que lo había asaltado dijo que está arrepentido de lo que hizo.
"Estoy arrepentido totalmente. Si pudiera volver el tiempo atrás, lo haría. Yo sólo quise recuperar lo que es mío, porque yo trabajo diariamente. No sé lo que me pasó en ese momento", explicó.
El caso de Zárate generó una gran repercusión social. Hasta el presidente Mauricio Macri y el gobierno de María Eugenia Vidal se expidieron sobre el tema.
La fiscal general Liliana Maero confirmó que Oyarzún continuará siendo investigado por el delito de homicidio simple, que contempla una pena de 8 a 25 años de cárcel. Su abogado intentará probar que actuó en legítima defensa.
La medida dictada por la jueza Cione es extraordinaria porque el delito por el cual está acusado no es excarcelable. Sin embargo, los magistrados pueden evaluar "las circunstancias personales del individuo" para ordenar esa resolución, en tanto haya seguridad de que "no haya peligro de fuga ni entorpecimiento en la investigación".
Este viernes el papá de Brian González (25) el joven que murió luego del robo, pidió que el carnicero "pague" por lo que hizo. "Nosotros queremos justicia. Que tenga que pagar por lo que hizo estando preso. Nosotros no vamos a buscar venganza, porque somos muy creyentes, y cuando la justicia del hombre falla, hay una justicia divina que se va a hacer cargo", declaró en diálogo con radio La Red.