Peligrosa tendencia: dos nuevos casos de justicia por mano propia

Un remisero se resistió a un asalto en San Martín, desarmó al ladrón y lo mató de dos tiros. En Zárate, un hombre persiguió con su auto a un motochorro y lo condujo a la muerte

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La inseguridad no cesa en la provincia de Buenos Aires. Día tras día surgen nuevos casos violentos, muchos de los cuales terminan con sangre y muerte. Esta semana, dos nuevos hechos de justicia por mano propia que reflejan una peligrosa tendencia reavivaron la discusión sobre la inseguridad y los límites de la legítima defensa.

En en el partido de San Martín un hecho confuso terminó con una persona muerta. De acuerdo con la versión difundida por la Policía, un remisero de 33 años repelió el ataque de un ladrón, le sacó el arma y lo mató de dos balazos. La refriega ocurrió cerca de las 23 del martes, en la intersección de las calles Italia y Alsina, en el norte del Conurbano.

El conductor, que permanecía detenido, declaró que luchó con el delincuente para defenderse del ataque, le quitó el arma y lo ejecutó de dos balazos. Allegados a la persona que perdió la vida dicen que en realidad no se trató de un caso de inseguridad sino de una pelea. 

Un vecino informó que los dos hombres venían caminando. Uno abordó a otro para asaltarlo. Se pelearon. Y la historia tuvo un desenlace fatal. El presunto atacante ya tenía antecedentes por otros delitos.

Este caso de inseguridad se registró en el mismo partido donde semanas atrás el médico Lino Villar Cataldo, de 61 años, abatió a balazos al delincuente Ricardo Krabler. Tras aquel hecho, el cirujano y su familia debieron mutar hábitos de vida porque viven amenazados por la familia del ladrón fallecido.

En Zárate se suscitó un episodio aún más trágico. Un carnicero persiguió a un delincuente y lo aplastó con su automóvil.

Todo comenzó el mediodía del martes, cuando dos hombres armados ingresaron a un comercio ubicado en la intersección de las calles Antártida Argentina y Echeverría. Querían la recaudación. Pero el dueño del local se resistió, repelió el ataque y terminó persiguiendo a los ladrones.

La persecución terminó con la moto de los ladrones tirada en el asfalto, un delincuente herido prófugo y otro aplastado entre el vehículo y el poste de un semáforo. El carnicero también quedó detenido.

Ambos casos, el de Zárate y el de San Martín, tendrán ahora su capítulo judicial. ¿Cuál es la diferencia entre la legítima defensa y el exceso en la legítima defensa? En la Argentina se registró un caso resonante, el 16 de junio de 1990, que estableció jurisprudencia sobre el tema. Pero a partir de allí la doctrina escribió mares de tintas sobre una discusión que difícilmente pueda arribar a un punto de consenso.

 

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