Durante los últimos cinco años, Federico Delgado, titular de la Fiscalía Nº6 en Comodoro Py, realizó periódicamente el ejercicio de convertir en informes estadísticos las diferentes causas que pasaban por su despacho tras cada turno policial. Con frecuencia, Delgado hizo públicos estos informes. Las conclusiones, invariablemente, fueron las mismas. El mayor volúmen de trabajo no correspondía a secuestros extorsivos, trata de personas y corrupción política, delitos que competen a la Justicia federal. En promedio, un 70 por ciento de los expedientes que pasaban por el despacho de Delgado correspondía a violaciones a la ley de drogas, la 23.737. De ese porcentaje, la inmensa mayoría de expedientes no trataba sobre grandes narcos, sino tenencia para consumo personal, una figura que fue declarada inconstitucional con el fallo Arriola de la Corte Suprema en 2009.
Un ejemplo de esos informes fue el presentado tras el turno del 15 al 31 de diciembre de 2014, plena era de Sergio Berni como virtual jefe del Ministerio de Seguridad: de un total de 202 causas, 74 por ciento correspondía a violaciones de la ley de drogas. De ese porcentaje, un 45 por ciento correspondía a cantidades que se enmarcaban en el uso propio y no en el narcomenudeo, con incautación de marihuana en el 77 por ciento de los casos y un promedio de 10,8 gramos por detenido. El cambio de signo político, fallo Arriola o no, solo agravó la curva de presos por droga propia.
Ya en noviembre de 2015, el fiscal y su equipo tuvieron 195 causas por consumo personal de un total de 432 expedientes en el turno de ese mes. Hoy por la mañana, Delgado presentó un nuevo informe al que accedió Infobae y que reflejó el turno policial de abril último con Sebastián Casanello como magistrado interviniente: de 453 causas iniciadas, el 83 por ciento, unas 376, fueron por infracción a la ley de drogas. De esas 376, 250 fueron por consumo personal, el 55 por ciento del volumen de trabajo total en una dependencia de Justicia que en los últimos meses investigó hechos de alta trascendencia como la tragedia de Time Warp o las valijas cargadas de dólares de José López. Delgado apuntó: "En relación con el período anterior inmediato, la cantidad de causas iniciadas por tenencia para consumo personal se incrementó en casi un 30 por ciento" con respecto al turno de noviembre de 2015.
Las críticas de Delgado, ante este número, fueron inmediatas: "Es bueno detenerse mínimamente en esta conclusión, ya que desde el precedente 'Arriola' de la Corte Suprema de Justicia de la Nación del año 2009, este tipo de procesos culmina en el archivo. Por lo tanto, la inversión económica y la energía humana que se consume en todo el proceso, que va desde la detención del infractor, la confección del sumario en papel, el ingreso al sistema judicial y el archivo del expediente, constituyen parámetros que deberían revisarse a la hora de evaluar en el Ministerio Público de la Naicón, que gasta dinero y energía que luego faltan para investigar acciones cualitativamente más importantes. Justamente, el archivo se dio en el 100 por ciento", apuntó el fiscal en su informe. Es decir, ningun expediente por droga propia prosperó. Todos fueron descartados por Delgado y Casanello.
Sin embargo, Delgado hizo una observación clave con respecto a este punto: "En general, se piensa que tener drogas para consumo no es delito. Ello no es así. Tener drogas es delito, sólo que en algunas circunstancias es inconstitucional su penalización. Nótese que el 57 por ciento del total de las causas por tenencia para consumo se inició porque las personas muestran la droga en la calle. Es evidente que el fallo Arriola se explicó mal".
De esas 250 causas, continúa el informe, un 33 por ciento se inició a partir de una "actitud sospechosa" de quien tenía en poder la droga, con otro 30 por ciento de cara a un consumo callejero y a simple vista, más otro 26 por ciento por una manipulación visible en el espacio público. El contraste es aún más fuerte cuando se ven 117 causas por venta en el reporte de la Fiscalía Nº6. De vuelta a las causas por consumo personal, la marihuana es la norma, un promedio de apenas 10,29 gramos por persona, lo que alcanza para armar unos pocos porros. En cuanto a la cocaína, el total de las causas arrojó apenas 134 gramos.
El número de personas detenidas también aumentó: en las 250 causas se efectuaron 385 arrestos, un aumento de casi el 30 por ciento con respecto al ejercicio anterior. La inmensa mayoría eran argentinas: 355, con apenas ocho paraguayos y ocho peruanos. De 385 detenidos, 375 fueron varones, en un promedio de 25 años de edad. La PFA, con la División Ferrocarriles y la PFA de la Ciudad con 101 causas iniciadas en seccionales como la 46º y la 18º, fueron las fuerzas encargadas de la mayoría de las detenciones.
El informe de Delgado, por otra parte, no puede leerse en un vacío. El gobierno de Cambiemos enfatizó en repetidas ocasiones su rechazo a la despenalización de la marihuana para consumo personal tras años de fracasos en el Congreso durante la gestión kirchnerista. "No vamos, como gobierno, a hablar de despenalización", dijo la ministra de Seguridad Patricia Bullrich a comienzos de marzo último. Sin embargo, en una entrevista con la agencia estatal mexicana Notimex, el presidente Mauricio Macri no descartó una eventual despenalización para uso medicinal.
Por otra parte, el número de detenciones a dealers también fue en aumento. Cifras de la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la PFA indicaron que en enero y comienzos de febrero de 2015 hubo 52 arrestos. En el mismo período de este año hubo 74, es decir, un incremento de más del 40 por ciento.