Teresa Fernández, del colegio Claudia Falcone; Agustín Prieto, del Mariano Acosta, y Santiago Legato, del Nicolás Avellaneda, hablan en La Política Joven sobre la toma de escuelas que ya lleva más de tres semanas consecutivas contra la reforma educativa que impulsa el Gobierno porteño para el 2018 y que impide el normal desempeño del calendario escolar.
"No hay ningún tipo de reforma escrita, firmada. Al día de hoy salieron .pdf de todo tipo, anteriores, posteriores, pero no hay una respuesta concreta del Gobierno de la Ciudad y por supuesto que no fue consultada y fue de carácter totalmente improvisada", asegura Prieto, en relación a la iniciativa.
Legato, en tanto, opina que "se busca cambiar la metodología de enseñanza, de aprendizaje, de evaluación y sobre todo cambiar el perfil del docente, del estudiante y el tipo de egresado".
Teresa Fernández aborda una de las principales críticas de los estudiantes y uno de los argumentos para justificar la toma de los colegios: las pasantías: "Primero que nada somos menores de edad y, segundo, responde a una reforma laboral que se quiere implementar". En este línea se expresa Agustín Prieto, aunque admite que ya existen pasantías en la Capital Federal "que son útiles para el aprendizaje".
Al momento de argumentar la toma de los colegios, los tres jóvenes coinciden en que excede a la reforma prevista por el Ministerio de Educación porteño. Explican que hay dos ejes: uno es la emergencia de género, la falta de protocolo contra la violencia machista en colegios secundarios y falta de la implementación de la Ley de Educación Sexual Integral.
El otro eje sí es la reforma. Aseguran que se busca realizar de manera "inconsulta". Además, aclaran que antes de la reforma educativa "hay un montón de cosas para resolver, como las reformas edilicias, las viandas podridas, las ratas y otras cuestiones".
Consultados por los días de clase perdidos, que es una de las preocupaciones de padres, maestros y directores, Santiago Legato admite que "es importante perder la menor cantidad de días de clase". "No estamos contentos, no la pasamos bien durmiendo en el piso del colegio. Nosotros podemos perder algunos días de clase, pero si hoy no estuviésemos haciendo esto no se hablaría del tema", afirma.
Agustín Prieto añade que "es mentira que las tomas no sirven, a partir de las 30 tomas que están habiendo en la ciudad logramos la visibilización necesaria para que la Defensoría del Pueblo y la Asesoría Tutelar intervengan en esta causa, y para instalar el debate sobre la educación que queremos".