"Soy Fernanda estoy secuestrada por dos personas, auxilio", rezaba una nota que fue encontrada en 2004 en Santiago del Estero y que hoy, 13 años después, la pericia caligráfica confirmó que pertenecía a Fernanda Aguirre, la adolescente que desapareció de su casa en Entre Ríos cuando tenía la misma cantidad de años que lleva sin aparecer.
"Para mí, estaba con vida", remarcó el comisario Ángel Iturria, ahora al frente de Criminalística de la Policía de Entre Ríos durante una nota con Elonce TV.
Además, el perito explicó que encontró "características coincidentes" con la escritura de ella. "Fui hasta la escuela donde me permitieron el estudio de la escritura de sus compañeritos, porque el niño copia el modelo escolar", detalló Iturria y agregó: "Me cuestionaba mi propia pericia, así que fui a buscar más material y me convencí más de que la letra era la de Fernanda".
El mensaje había sido encontrado en diciembre de 2004 por un matrimonio en Termas de Río Hondo, lo que había alimentado la hipótesis de que la joven había sido secuestrada por una red de trata de personas.
Sin embargo, el funcionario sostuvo que "hay algunas provincias en las que es imposible investigar, hay mucha corrupción en todos los estamentos del Estado".
El 25 de julio de 2004 Fernanda Aguirre (13) salió de su casa cerca de las cuatro de la tarde hacia el puesto de flores que su familia tenía frente al cementerio de San Benito. A partir de ese momento nada más se supo de la joven.
El principal sospechoso del secuestro, Miguel Ángel Lencina, fue detenido días después del hecho, ocurrido mientras gozaba de una salida laboral de la cárcel de Concepción del Uruguay, donde purgaba una pena por el asesinato de una mujer.
El 6 de agosto de ese año, pocos días después de ser detenido, Lencina apareció misteriosamente ahorcado en la celda de la comisaría 5a. de Paraná, donde permanecía alojado.
La viuda del principal sospechoso, Mirta Chávez, fue condenada en 2007 a 17 años de cárcel, acusada de haber sido quien se comunicó telefónicamente con la familia Aguirre para pedir el rescate de 2.000 pesos que exigieron los captores para liberar a la adolescente. Pero en 2014, cuando se cumplieron diez años de la desaparición de la adolescente, la mujer recuperó su libertad.
En tanto María Inés Cabrol, madre de Fernanda, murió en 2010 en una clínica de Buenos Aires a causa de una enfermedad terminal. Tenía 45 años y falleció luego de una intensa lucha por encontrar a su hija. "En cada cara de chica que veo, busco a mi hija", dijo la mujer en su última declaración a la prensa.
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