Una niña de 12 años murió en la localidad correntina de Mburucuyá tras comer mandarinas sacadas directamente de los árboles en una quinta de producción y las autoridades investigan si las frutas estaban contaminadas con pesticidas.
De acuerdo a la investigación policial, que trascendió el pasado domingo, el deceso se produjo en la tarde del sábado cuando la menor era trasladada por familiares a un hospital de esa región del centro oeste de la provincia litoraleña.
El caso generó conmoción en Mburucuyá, una localidad de 8.000 habitantes ubicada a 148 kilómetros de la capital provincial, en una región en la que el fuerte de la producción pasa por la actividad citrícola.
Las primera averiguaciones de la Policía correntina reportaban que la víctima y su hermano, de 11 años, ingresaron a un quinta en la que hay una plantación de mandarinas para poder comer las frutas frescas, directamente sacada de los árboles de producción.
Los chicos arrancaron algunas mandarinas y comenzaron a comerlas mientras se retiraban del lugar, pero minutos después empezaron a sentir mareos y la menor terminó descompensándose sin poder de reacción.
Su hermano, al que la fruta también le generó una descompostura, corrió como pudo en ayuda y familiares de ambos niños acudieron hasta el lugar donde estaba la niña, según dijeron fuentes policiales que trabajaron en el caso.
La menor -cuya identidad no se informó por cuestiones legales- fue trasladada en un coche hacia el hospital de la ciudad de Saladas -a unos 45 kilómetros del lugar-, pero falleció en el camino a causa de un paro cardiorespiratorio.
El caso quedó en manos de la Justicia provincial, que podría ordenar allanamientos a la finca para investigar las causas del deceso de la menor, dado que se sospecha que hubo "envenenamiento por la ingesta de alimentos contaminados con alta concentración de pesticidas".
En tanto, los primeros resultados de la autopsia realizada sobre el cuerpo de la menor indicaron que la nena murió a causa de un "colapso cardiopulmonar". No obstante, continúan realizando análisis toxicológicos para constatar si existieron sustancias químicas dentro del organismo de la menor, así como también se estudiará el contenido de varias botellas y bidones de líquidos fertilizantes de 20 litros, de 10 y de 5 litros que se secuestraron en el lugar. Los exámenes, por su complejidad, llevarán algunos días para poder determinar si efectivamente la nena murió a causa de la ingesta de esos fertilizantes.
El hermano de la nena está internado en el hospital María Auxiliadora de la localidad de Saladas "fuera de peligro y en recuperación".
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