Los rastrillajes en el Delta del Paraná para dar con la avioneta que desapareció con tres personas a bordo siguen sin arrojar resultados positivos. De nada sirvió -por ahora- la ampliación de la zona de búsqueda o la intervención de Prefectura, Gendarmería y la Fuerza Aérea. Ni siquiera la filtración de los audios con las comunicaciones de la aeronave con el aeropuerto de San Fernando y el Aeroparque arrojaron alguna pista que permita facilitar los operativos. Lo cierto es que con el correr de los días, el misterio crece y la incertidumbre invade a las autoridades.
Ante la falta de certezas, las hipótesis que manejan los investigadores son amplias y aún no se descarta nada. "Como en esta nave no hubo un pedido de emergencia no se cuenta con los datos suficientes y se complica la búsqueda", dijo el prefecto mayor de Tigre, Víctor Duarte, en diálogo con TN, para ilustrar de alguna manera las dificultades que tienen la Justicia y las autoridades para brindar algún tipo de respuesta.
Mientras la búsqueda avanza, pilotos comerciales y expertos en aeronáutica se refirieron al caso y coincidieron en que por los elementos que se conocen, la avioneta "se fue del país" o en caso de que hubiera ocurrido un accidente, "fallaron los controles".
Según indicaron los especialistas, no solo se habría descompuesto el transpondedor -localizador de la aeronave-, sino que además falló el sistema de comunicación al momento en el que le indicaron volver al aeropuerto de San Fernando y tampoco funcionó la baliza de emergencia que se activa en caso de una colisión.
"Estamos hablando de un avión que, pese a estar habilitado para volar, no funcionaba su transponder, no hizo un pedido de emergencia, dejó de comunicarse y, si se hubiera caído, tampoco funcionó la baliza que emite su ubicación desde el lugar del impacto. Hay dos opciones: o se fue del país o fallaron demasiados controles antes de que despegara", dijo, según consigna la agencia Télam, José Indaco, piloto comercial con más de 2.500 horas de vuelo y casi 30 años de experiencia.
"Los que volamos la zona sabemos que la geografía no es de las mejores, por la cantidad de vegetación y el terreno pantanoso", señaló Gustavo Brea, asesor de la Junta Nacional de Accidentes Aéreos en diálogo con radio La Red. "Hay que encontrar la aeronave. Dejar trabajar a la gente que está haciendo la búsqueda. Darles contención y apoyo a los familiares. Y después trabajar en una investigación en caso de que se configure un accidente de esta situación", agregó.
"Es bastante poca la información que hay. La cantidad de hipótesis son muchísimas. Es muy difícil determinar factores que hayan desencadenado la pérdida de la aeronave. No sabemos qué le pasó. Un parecer personal fuera de la junta es que tuvo una falla y terminó en accidente. Si hubiera aterrizado en algún lugar, los pilotos se hubieran comunicado con sus familiares", sostuvo el experto. "Es difícil lo de la hipótesis de la cuarta persona. Hay muchos controles en el aeropuerto casi como un vuelo internacional. Todas las suposiciones conspirativas son muy difíciles", aclaró.
Sin embargo, la última comunicación del piloto con la torre de control del Aeroparque Metropolitano, en la que la persona que tripulaba la nave nunca pidió ayuda, abonó la teoría de que algo extraño pudo haber ocurrido. Además, tampoco activó el código transpondedor, que es un identificador de vuelo, el cual fue requerido en varias oportunidades por el controlador, mientras que sostuvo que volaba a unos 1.500 pies.
Para Indaco, en tanto, el comandante de la avioneta "debió haber regresado inmediatamente al aeropuerto de San Fernando cuando le informaron que no funcionaba el transpondedor" ya que "tiene prohibido volar si no pueden localizarlo desde la torre de control". "Acá hay algo muy raro. No puede ser que un avión con tantas falencias haya pasado la verificación reglamentaria. Si le permitieron volar es porque estaba en condiciones. No puede haber desaparecido", agregó.
Héctor Piro, piloto comercial y conductor del programa "Volando x TV" desde 1993, remarcó que el avión "volaba en un espacio controlado por la terminal de Aeroparque y Ezeiza y resulta casi imposible pensar que no puedan encontrarlo si se cayó cuando regresaba al aeropuerto".
Si hubo una colisión, Piro aclaró que estos aviones (bimotor Mitsubishi) funcionan con combustible refinado "que es mucho menos ignífugo que la nafta", por lo que podría ser el motivo que diera lugar a la ausencia de humo.
La búsqueda continúa
El Comité de Crisis dispuso además la colaboración de la Fuerza Aérea Uruguaya que está rastreando la costa del país vecino entre Carmelo y el Norte de Nueva Palmira.
También se está rastreando la zona del Río Paraná hasta Paraná y la zona del Río Uruguay hasta Gualeguaychú.
Para los rastrillajes se enviaron tres helicópteros de fuerzas públicas y un avión Cessna de la ANAC. También está volando una aeronave equipada con un sistema de rastreo láser. Por tierra, lo hacen dos patrullas de Gendarmería Nacional y de Prefectura Naval. Por agua hay ocho lanchas también de Prefectura. Además, colaboran en la búsqueda otros diez aviones civiles y un helicóptero de las Fuerzas Armadas con equipo de rescate.
(Con información de Télam)