Autos de alta gama y millones de pesos: qué encontró la Policía Federal al allanar La Salada

Los agentes recorrieron la feria Punta Mogote y secuestraron dinero en efectivo, siete vehículos (un par con alta cotización) y documentación importante

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Bajo un manto de connivencia en la informalidad se generó un negocio multimillonario. La Salada tiene una enorme estructura y las autoridades de Seguridad parecen decididas a desmantelarla.

Tras la detención de Jorge Castillo, agentes de la Policía Federal allanaron las oficinas administrativas de Punta Mogote, la principal feria del gigantesco predio ubicado en Lomas de Zamora.

Los agentes secuestraron 11 computadoras y 80 cajas con documentación importante para la investigación, siete vehículos (algunos de alta gama) y dinero en efectivo: en total había $11.000.000 y USD 6.000.

En cuanto a los rodados, los modelos hallados fueron un Audi Q7; un Mercedes Benz ML 350; una camioneta Hyundai modelo H1; Fiat Ducato; Dodge Ram; un Ford Fiesta y un Ka.

Encabezaron el operativo el comisario Darío Vera y personal de AFIP. En el caso tomó intervención el Juzgado Federal Criminal y Correccional 2 Lomas de Zamora y todo lo secuestrado fue enviado a dependencia policial.

El operativo, que consistió en 55 allanamientos y más de 20 detenciones, significó un gran golpe contra el funcionamiento de La Salada, el mercado de venta informal de indumentaria de mayor éxito en el país.

La medida judicial, llevada a cabo por el fiscal de Lomas de Zamora Sebastián Scalera, apuntó directamente contra las supuestas tres asociaciones ilícitas que manejan los miles de puestos callejeros en las calles aledañas al predio cerrado.

De acuerdo a la Justicia, una de las bandas funcionaba bajo la tutela del propio Jorge Castillo, una segunda era comandada por su hermano Hugo y la tercera estaba en manos de un grupo denominado "Los Cucos".

Castillo, principal accionista de Punta Mogote, fue detenido en la noche del martes y derivado luego a la alcaidía Nº 40 de Lomas. Su situación procesal pareció complicarse en el mismo momento de la detención, ya que el empresario recibió en su casa a los efectivos policiales a los tiros e hirió gravemente en un ojo a uno de los oficiales.

"Mi marido no es un delincuente, es una persona trabajadora. Lo único que hizo fue defender a su familia porque creía que eran ladrones que venían a robar. Uno, a la noche, está durmiendo y no va a pensar que es un allanamiento porque no estamos en cosas raras, en cosas turbias como para pensar que iba a haber un allanamiento", aseguró Paola Luengo, la esposa del empresario, en declaraciones a AM 1300 La Salada.

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