El sábado el buque pesquero "Repunte" de Mar del Plata se hundió en la ciudad chubutense de Rawson con sus doce tripulantes desaparecidos. Prefectura Naval inició un operativo de búsqueda y el domingo a la tarde fueron encontrados dos cuerpos sin vida.
Lucas Trillo, un marinero de 35 años, es uno de los tres tripulantes que sobrevivieron. Su historia, en medio de una tragedia que todavía mantiene en vilo a varias familias, es casi milagrosa: estuvo flotando agarrado de una madera hasta que fue rescatado.
Todo comenzó cuando la embarcación comenzó a ser violentamente golpeada por olas de casi seis metros y su destino parecía estar escrito. Fue en ese momento que el marinero decidió tirarse al mar junto a sus compañeros. Tres de ellos lograron subirse a una balsa que se rompió por el temporal. Fueron arrojados por una ola y Lucas presenció toda la secuencia.
Solo con su salvavidas y agarrado de la madera que por casualidad encontró, se mantuvo a flote. La obvia desesperación de verse en medio del mar lo invadió y empezó a nadar. Nadó por cuatro horas por las aguas heladas de Chubut. Su esfuerzo fue tal que hoy está internado en terapia por un problema renal provocado por la hipotermia.
Finalmente ocurrió lo inesperado. Cuando el frío empezaba a afectarlo, un marinero del buque María Liliana, que había llegado para colaborar con el rescate, se ató una soga a la cintura y lo sacó del mar. "Luchó para vivir porque no quería dejarnos. Decía que no merecía terminar así. Pensaba en mí y en nuestro hijo. Le pidió a Dios no morirse porque no podía dejarnos solos. Ese fue el motor que lo mantuvo vivo en el agua", relató Julieta Véliz, esposa de Trillo y mamá de Thiago, de 2 años, al diario La Capital de Mar del Plata.
El hombre trabaja hace diez años en la pesca. Su padre fue quien le enseñó el oficio y lo preparó para enfrentar una crisis en altamar. Nunca imaginó que esos consejos le servirían para su primer viaje con el Repunte.
El barco salió desde Mar del Plata hace unas semanas para pescar langostinos en la zona de Puerto Madryn. El naufragio ocurrió cuando la embarcación regresaba para descargar por segunda vez en el puerto. En un momento, Lucas se despertó y fue a la cocina. Se encontró con el engrasador Julio Guaymas, el otro sobreviviente, y vio que el agua ya había empezado a entrar e intentó ayudar a sacarla. Intentaron enfrentar la situación, pero no había nada para hacer.
El María Julia intentó rescatar a otros tripulantes antes que a Lucas, pero las olas no lo permitieron. Fue entonces que uno de los marineros se ató la soga y decidió salvar a Trillo. "Después que pasó eso, un hombre se ató una soga a la cintura y gritó que no podían perder a otro más. Se jugó la vida y lo salvó a mi marido", contó Julieta, quien no ocultó su emoción: "Toda mi familia está muy agradecida. Fueron muy valientes y se arriesgaron para rescatarlo".
El hombre estuvo un día dentro del barco y el domingo al mediodía fue internado en el hospital de Rawson. Su evolución es favorable y está fuera de peligro.
Los 10 tripulantes del barco restantes son Gustavo Sánchez (capitán), José Omar Arias (1° oficial de pesca), Horacio Airala (jefe de máquina), Silvano Coppola (1° oficial de máquina), Néstor Paganini (marinero), Claudio Islas (marinero), José Ricardo Homis (marinero), Luis Jorge Gaddi (engrasador), Fabián Samite (engrasador) e Isaac Cabanchik (engrasador).