"¿Ya? ¿Ahora? ¿Qué?", gritó cuando terminó de leer el guión de la séptima temporada de Game of Thrones.
Nikolaj Coster-Waldau confiesa que quedó en shock: lo que antes sucedía en todo un año, ahora ocurría en un sólo episodio.
Si bien lleva 23 años de carrera y más de 30 películas filmadas, el actor danés adquirió su impresionante fama mundial a partir de interpretar a Jaime Lannister. La exitosa serie de HBO -basada en la saga literaria de George R. R Martin- fusiona épica, magia, acción, sexo y violencia en un drama fantástico que está por comenzar su séptima temporada (17 de julio) y se convirtió en objeto de culto para millones de televidentes alrededor del mundo.
Invitado por la Comic-Con en su séptima edición en la Argentina -que recibió 80 mil personas y contó también con las visitas internacionales de Luc Besson y Millie Bobby Brown-, el actor y guionista de 46 años mantuvo una apretada agenda en la que alternó su papel en la exposición, en la que interactuó con miles de fans, con tiempo libre para visitar los estadios de River y Boca.
"Todos los chicos queríamos ser Maradona. Ahora mis sobrinos quieren ser Messi. Ustedes tienen el mejor fútbol", dijo ante un público que estalló en aplausos, en una de las tres conferencias brindadas, para mostrar luego que llevaba puesta la camiseta de la selección argentina.
También visitó el cementerio de la Recoleta y, como no podía ser de otra forma, comió un asado: "Siento que maté una granja entera", aseguró el padre de Philippa Waldau (16) y Safina Waldau (13), casado desde 1998 con Nukâka Motzfeldt, actriz y cantante groenlandesa, elegida Miss Groenlandia en 1990.
Creo que Jaime Lannister va a morir quemado por un dragón… Pero si me toca elegir, a mí me encantaría que sobreviviera
En una habitación preparada especialmente para las entrevistas, mientras los enloquecidos fanáticos lo esperan recorriendo el predio de Costa Salguero, Coster-Waldau deja de ser Jaime Lannister y, en jean y chomba de manga larga, recibe a Infobae con una amplia sonrisa. Extiende la mano mientras en la otra sostiene una botella de agua mineral. Se sorprende con los besos en la mejilla tan típicos en la Argentina, pero no se niega a ninguna de las fotos que cientos de personas le piden a lo largo del día: "No pensé que habría tanta gente. Siempre me sorprende al viajar por el mundo cuán popular es el programa".
Sin embargo, la fama internacional fue algo soñado, y no teme decirlo: "Admiraba los actores ingleses y estadounidenses, sus directores, sus películas. Siempre me pregunté si sería posible trabajar afuera de Dinamarca".
Y aunque el final de su personaje nadie lo conoce -y si así fuera sería un secreto de Estado-, a la hora de fantasear dice: "Creo que probablemente va a morir quemado por un dragón, uno piensa que va a ser algo con fuego. Si me toca elegir, a mí me encantaría que sobreviviera".
—¿Cuáles considerás que son las cinco principales razones del éxito de Game of Thrones?
—Es la pregunta del millón. Hay tantas razones por las que no debería tener tanto éxito: es ridículamente cara de hacer, tiene personajes por demás, mataron a los personajes principales, tenés hermanos teniendo sexo. Hay mucho sexo, mucha violencia… Hablando en serio, creo que es por los grandes personajes y que aunque suceda en un universo paralelo, en un mundo muy fantástico, en el fondo sigue siendo una trama sobre seres humanos que intentan encontrar su camino en el mundo.
No digo que sea correcto que Lannister sea el “matarreyes”. No deberías matar a un rey ni a nadie. Pero al matarlo salvó un millón de vidas
—Mencionaste la muerte constante de muchos de los personajes principales y sos uno de los afortunados que sobrevive. ¿Cuando recibís los guiones, chequeás si seguís vivo al final de temporada?
—Es lo primero que hago. Me los mandan en PDF y pongo "buscar Jaime", voy al final del guion a ver si está (risas).
—¿Qué podemos esperar de la próxima temporada?
—Viene justo después de la sexta. Prometo que no vamos a saltarnos un año (risas). Si te contara lo que va a pasar, todos dirían: "Qué idiota. ¿Por qué lo hizo?". Nadie quiere saber. Si te gusta el programa, no querés saber lo que va a pasar.
—Al final, ¿quién creés que debería quedarse en el trono de hierro?
—Creo que deberían demolerlo. Nada bueno viene de esa cosa. Es muy incómodo. Deberían conseguir algo lindo y suave. Un sillón en donde entre más gente.
—Al principio, Jaime era uno de los personajes más malos. ¿Por qué creés que el público lo perdonó?
—Lo genial y gratificante de hacer una serie de televisión por tanto tiempo es que llegás a conocer más a los personajes. Al principio solamente ves sus acciones sin contexto. Lo ves teniendo sexo con su hermana, intentando matar a un niño, pero después te das cuenta: "No debería hacer eso con su hermana, pero la ama de verdad". Está mal en todo sentido, pero todos nos podemos conectar con alguien enamorado. ¿Tenés hijos?
—Sí. Una.
—Imagínate que hay otro chico, no lo habías visto nunca antes y te dicen: "Es su vida o la de tu hija". Tenés que elegir. Si el chico no muere, la tuya lo hace. ¿Qué hacés?
—No me lo puedo imaginar. Es horrible.
—No, pero por eso es que trata de matar a Bran. No digo que esté haciendo lo correcto. Lo mismo con el tema de que sea el "matarreyes". No deberías matar a un rey. No deberías matar a nadie. Pero al matarlo salvó un millón de vidas.
—¿Cuál creés que fue el punto de inflexión del personaje? Porque si bien no es un santo, ya no es tan oscuro.
—Cuando lo capturan y lo fuerzan a pasar mucho tiempo con Brienne of Tarth.
—¿Tu esposa no ve la serie?
—(Risas) Odia que hable de eso, pero es verdad y está bien. Está completamente bien. Cuando uno conoce a alguien profundamente, es difícil de olvidar que lo conocés cuando mirás el programa. Es lo mismo con mis hijos cuando me ven haciendo de otro. Por eso lo entiendo. Un día va a verlo, me lo prometió (risas).
—¿Es verdad que una amiga de tu hija te tenía miedo porque sabía que tiraste a un nene por la ventana?
—Fue después de la primera temporada. Fui a buscarla a la escuela y cuando entré, todos los chicos decían: "Ah, ese es el tipo que trata de matar niños". Es lo que la maestra les había dicho, ella era fanática de la serie. Pero hubo otra película que hice en la que interpreté una persona espantosa, y algunos de sus amigos la habían visto y pensaron que era desagradable porque había hecho el papel de ese tipo terrible.
—¿Cómo se sienten tus hijas respecto a tu fama?
—En casa no es un tema, sí lo es cuando viajamos. Hay momentos en que eso las aburre mucho. El hecho de que a veces no estás solo, como al caminar por Buenos Aires. Está buenísimo explorar juntos un lugar nuevo. Pero si todo el tiempo alguien viene y dice: "Disculpá, ¿te podría sacar una foto?"… La gente es simpática, para mí está bien, pero entiendo que a veces mis hijos quieren que nos dejen tranquilos.
—Más allá de que la serie es una fantasía, trata básicamente de política. Se ven diferentes estrategias para acceder al poder, corrupción, traición, lobby…
—Honor.
¿Quién es más peligroso? Lannister es un personaje de tevé, Trump es el presidente de los Estados Unidos y tiene el poder para hacer mucho bien o mucho mal
—¿Ves eso en la vida real?
—No es mi lugar contestar. Te lo pregunto a vos ¿lo ves? Claro que podés trazar un paralelismo. Pero eso es lo divertido, como reconocés algo en Game of Thrones, pensás: "Es gracioso, igual que lo que pasó el año pasado", o "Ah, en Game of Thrones son súper corruptos. ¿Habré visto corrupción en alguna parte?". Eso es interesante. Los motivos por los que algunas series, ya sea Game of Thrones o House of Cards, tienen tanto éxito son porque resultan entretenidas y te podés conectar en algún punto. Te identificás con los personajes y reconocés alguna cosa.
—¿Quién es más peligroso: Jaime Lannister o Donald Trump?
—Jaime Lannister es un personaje de televisión, Donald Trump es el presidente de los Estados Unidos. Tiene el poder para hacer mucho bien o mucho mal. Veremos qué pasa. Esperemos que se convierta en el mejor presidente de todos los tiempos.
—Como padre de dos hijas, ¿qué pensás del mundo que les estamos dejando?
—Tengo la suerte de trabajar para las Naciones Unidas como embajador de buena voluntad. La ONU estableció 17 objetivos mundiales para el 2030. Son objetivos muy ambiciosos. Tenemos muchos desafíos, pero si todos trabajamos juntos, podemos hacer de este mundo un lugar mucho mejor y mucho más seguro. Tenemos desafíos como el hambre: 200 mil personas escapan de la pobreza extrema todos los días, es muchísimo. Estamos haciendo progresos, tenemos mucho por hacer. Tengo dos hijas, la igualdad de género es muy importante. A nivel mundial, las mujeres necesitan tener los mismos derechos que los hombres. En 150 países en todo el mundo hay legislación que discrimina a las mujeres, que es algo estúpido porque cada vez que ves un país que le da poder a las mujeres, ese país prospera. La otra cosa por la que lucho es el cambio climático, tenemos que lidiar con eso. Si todos hacemos algo, podemos hacer que cambie. Soy muy optimista.
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