Hay 12 detenidos, pero la responsabilidad por la desaparición en Tucumán de la joven de 17 años Daiana Garnica apunta hacia un único individuo: Darío Suárez. Se trata de un hombre de 40 años que fue el último en ver a la joven. Parecía un vecino más del barrio Julio Abraham. Sin embargo, al pasar los días y en base a la aparición de nuevos testimonios, empezó a desvelarse un trasfondo de violencia doméstica, engaños amorosos e inestabilidad en sus relaciones.
Suárez es el principal acusado por la privación de libertad y desaparición de la adolescente en un humilde barrio de San Miguel de Tucumán. Según comentaron los familiares de la chica, el hombre fue el último en mantener un contacto con ella: le pidió a Daiana que lo acompañase a comprar un aire acondicionado y le aclaró que no se lo dijera a nadie porque se trataba de una sorpresa para su familia. Ella dejó su celular cargando en su casa y nunca más volvió.
Los investigadores estudian la posibilidad de que el hombre haya abusado y matado a la joven y que, con la ayuda de cómplices del entorno, hizo desaparecer el cuerpo en el horno de una "cortada" de ladrillos.
Ya con el hombre detenido desde hace casi una semana, comenzaron a salir a la luz detalles de su vida personal: así, se retrata a un hombre con relaciones variadas y hasta "entrelazadas" relaciones sentimentales y un pasado de violencia de género, lesiones y amenazas.
Suárez está casado con Yanina Alejandra Villarreal, que también está detenida y con quien tuvo cuatro hijos. Sin embargo, según consta en el expediente judicial, en un intervalo de crisis con su mujer, el hombre contrajo pareja con la hermana de ella, con la que tuvo otros dos hijos.
Después de regresar con su pareja inicial, el hombre mantuvo una relación paralela con una vecina, Carmen Santana, con la que tuvo otro hijo: ambos viven a la vuelta de la casa actual del acusado.
Como si fuera poco, en el entorno de la familia de Daiana empezó a circular el rumor de que Suárez y la chica desaparecida también habían iniciado un vínculo sentimental. Ambos mantuvieron una pelea 10 días antes de la desaparición de la chica.
Los investigadores analizan si existió algún tipo de relación entre ese conflicto y la posterior desaparición de Garnica.
"Todas las mujeres de este hombre tenían un muy bajo perfil. La mujer siempre andaba con la cabeza gacha. Siempre tuvo a mujeres de muy poca cultura, de escasos conocimientos", describió Ramón Garnica, el padre de la joven desaparecida, en declaraciones a FM Latina.
En tanto, el abogado de la familia Garnica, Sergio Pérez, dio más detalles sobre el pasado escabroso del principal imputado. "Sí podemos asegurar que tenía antecedentes por violencia de género, lesiones y amenazas con casi todas las mujeres con las que tuvo relación", afirmó. A falta de confirmación oficial, Suárez también tendría denuncias por violencia de género en su provincia natal, Santiago del Estero.
El propio padre de Daiana explicó que el comportamiento de Suárez en el barrio era normal y que en su momento logró ganarse la confianza de la familia y de la chica, "que no veía ningún tipo de maldad en las personas".
"Parecía una buena persona. Quizás se levantaba a la misma hora que uno, temprano, y venía a tomar un mate conmigo. Hablábamos como vecinos normales, con buena amistad", dijo Ramón.
El principal acusado será entrevistado por psicólogos del Poder Judicial de Tucumán en los próximos días, para determinar si su perfil posee patrones típicos de un hombre que podría cometer semejante crimen.
En tanto, el fiscal Claudio Bonari ya detuvo a otras once personas. Entre ellas se encuentran un amigo y compañero de Suárez en la "cortada" de ladrillo, el jefe de la misma empresa, cuatro hermanos del principal acusado, la esposa, la cuñada, la suegra, la prima y su presunta amante.
Ya se acumularon 11 días sin que aparezca el paradero de Daiana y cada vez suena con más fuerza la hipótesis de que la joven fue asesinada.
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