Nueve días después de que el Senado nacional votó la ley que habilita el uso medicinal de la planta de cannabis en todo el país, la Justicia federal dio un nuevo paso sin precedentes: un juez de Córdoba dictaminó que se le devuelva a una adolescente con epilepsia refractaria el aceite que la Policía, en un allanamiento, le había secuestrado a una cultivadora solidaria que la abastecía.
El juez federal Alejandro Sánchez Freytes, del Tribunal Federal 2 de esa provincia, dispuso en un fallo firmado hoy que se le restituya el aceite a Nancy Avila, para que continúe con el tratamiento de su hija Magalí Trujillo (14), quien padece desde sus tres meses de vida Síndrome de West, un tipo de epilepsia refractaria. Gracias al tratamiento con cannabis, que empezó a finales de mayo del año pasado, la adolescente logró reducir casi a cero las 100 convulsiones por día que sufría especialmente por las noches y además bajó el consumo de medicamentos tradicionales de 14 a 2.
"Es una excelente noticia. La vida de mi hija corría peligro sin el aceite", contó Nancy a Infobae, quien se está preparando para viajar mañana a Córdoba a buscar el frasquito que le corresponde a su hija, y que había sido secuestrado por la Policía Federal el mismo día que el Senado votaba la ley en Buenos Aires, en un allanamiento a la casa de una conocida cultivadora, Brenda Chignoli. Ahora, el juez Sánchez Freytes ordenó que sea la propia Federal la que le devuelva lo sustraído.
"Nos estábamos quedando sin aceite y lo que nos tenía preparado Brenda es fundamental, sino hubiéramos tenido que volver a las pastillas, cuyos efectos colaterales son muy fuertes", explicó Avila.
El extracto que le corresponde a Magalí fue incautado durante un allanamiento en Villa Esquiú a Chignoli. Durante el operativo fueron decomisadas plantas de marihuana, flores y frascos con aceites, etiquetados con los nombres de sus destinatarios, todos usuarios medicinales. Chignoli, quien padece el VIH desde hace diez años, y usa cannabis para sobrellevar las dolencias de la enfermedad, es una reconocida cultivadora solidaria, que nunca ocultó lo que hace. Dio conferencias y recibió distinciones en varias universidades del país. Incluso fue homenajeada por el Concejo Deliberante de Córdoba.
Tras el allanamiento y la incautación del aceite (que implicó la detención de tres jóvenes, entre los que está el hijo de Brenda y dos militantes cannábicos de Buenos Aires) Nancy Avila viajó desde Catamarca a Córdoba para pedir la devolución del aceite. Y con el apoyo del ministro de Salud de su provincia, Ramón Figueroa Castellanos. Su caso fue tomado por la defensora oficial Mercedes Crespi, quien formalizó el pedido ante la Justicia. Tras la presentación de la historia clínica, estudios médicos que demuestran la mejora de salud de Magalí y otros documentos, el juez Sánchez Freytes falló a favor de Nancy.
Como todas las historias de chicos cuya vida cambia gracias al cannabis, la de Magalí es conmovedora. "Ella hacía unas convulsiones musculares sólo en sueños, y debido a esto nunca pudo ir a la escuela, ni sociabilizar. Ahora ella se conecta, está atenta a las cosas, ya no se babea, ni se orina en la cama. Se la puede manejar, podemos mantener una conexión", detalló su mamá, emocionada.
Nancy llegó a Brenda porque ya no encontraba solución para la calidad de vida de su hija. "Fui con muchos prejuicios, con muchos miedos, soy una mujer de pueblo cerrado, hija de un escribano y una profesora con mentalidad retrógrada. Y yo pensé 'me voy a juntar con un hippie y una marihuanera'. Pero al final escuché las historias y me largué a llorar. Y le dije quiero el aceite", relató la mujer.
Después de ese encuentro, el 29 de mayo del año pasado Nancy llevó a su hija a la casa de Brenda, quien le dio a la nena un pan con manteca y aceite de cannabis. "Esa noche, de vuelta a Catamarca, Magalí durmió toda la noche sin convulsiones", dijo su mamá. Al mes, la vida de la adolescente cambió completamente.
"Para mí el cultivador era un marihuanero y punto. Pero gracias a esa planta mi hija está viva, hoy habla, pelea, grita, y hasta quiere tener novio. Está esperando su príncipe azul, así que le ando buscando", bromeó Nancy, pero el tono de la charla cambia cuando recuerda que un sólo médico las ayudó, a riesgo de perder su matrícula.
"Sería importante que las mamás nos uniéramos y saliéramos a defender la planta. Es la planta, no importa cómo la consumas, si fumándola, comiéndola, haciendo te, chicle, lo que quieras", remacró. "Necesitamos médicos más comprometidos que entiendan que tenemos mucho dolor. Somos mamás solas con problemas gravísimos, me han llegado a decir: lo mejor que podés hacer es dejarla que se muera, porque va a ser un vegetal", recordó la mujer, madre de otros dos hijos, Cintia (16) y Germán (30).
La medida, además, sienta un importante precedente. Y el lunes la Justicia podría resolver restituir el aceite de cannabis a otras madres de Tucumán, Catamarca, Santiago del Estero y otras provincias que acudían a Chignoli para tener la medicina incautada para sus hijos y que también presentaron pedidos judiciales como Nancy.
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