La Justicia pidió en las últimas horas la captura internacional de la monja japonesa Kosaka Kumiko, acusada de encubrir los abusos cometidos sacerdotes a chicos sordomudos en el instituto Próvolo de Mendoza.
Kumiko fue mencionada en el testimonio de una chica de 17 años que fue abusada por el cura Horacio Corbacho cuando tenía cinco y concurría al colegio mendocino. La víctima apuntó contra la religiosa japonesa como encubridora del abuso, ya que le habría colocado un pañal debido a la hemorragia que sufrió y la habría obligado a tomar clases de pie, porque no podía sentarse por los dolores que sentía.
La monja, que habría escapado a Paraguay, podría ser imputada por participación primaria en abuso sexual agravado. En declaraciones a MDZ, el abogado de la víctima, Sergio Salinas, consideró que Kumiko era la encargada de "tantear" a los alumnos, para identificar a las potenciales víctimas.
La chica que incriminó a la monja oriental fue abusada en el instituto Próvolo durante 10 años -entre los 5 y los 15- y su testimonio reveló los horrores padecidos por decenas de chicos a manos de los sacerdotes abusadores.