El último derrame confirmado en la mina Veladero, de Barrick Gold, había ocurrido el 16 de septiembre de 2016. En esa ocasión, el gobierno de San Juan le exigió a la empresa que coloque cámaras a lo largo del yacimiento para darle mayor transparencia a su trabajo. Sin embargo, la cámara que está en el río Potrerillos, quizás una de las más importantes, dejó de funcionar ayer a la noche, luego del nuevo accidente, del que poco se sabe, y todavía sigue apagada, como muestra el video que Infobae publica a continuación.
Sin embargo, este medio consiguió algunas imágenes exclusivas del derrame. Lo que se ve dentro del círculo negro es la "solución rica" que se derramó, que no es otra cosa que solución cianurada cargada con plata y agua. Tiene metales pesados y es tóxica.
Cuando ocurrió el derrame del 12 y 13 de septiembre de 2016, la solución cianurada llegó al río Potrerillos. Barrick Gold informó que se fugaron un millón de litros del líquido, aunque la cifra sería muchísimo mayor, debido que manipuló groseramente el cálculo. Lo cierto es que ahora estaban apagadas las cámaras que hubiesen servido para corroborar que -como dijo la empresa- no hubo contaminación del curso de agua.
Desde el Ministerio de Minería provincial habían aclardo a Infobae que una de las primeras medidas a tomar era secuestrar las grabaciones. Habrá que ver cómo proceden ahora. Al igual que el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable, enviaron una comisión a la mina.
En la ciudad de Jáchal, una de las más cercanas al yacimiento, nadie sabía nada. Ni el Municipio ni los vecinos ni el juez federal Pablo Oritja -que tiene en su poder los expedientes por los sucesivos derrames- habían sido notificados.
Como el magistrado aseguró que no podía actuar si no había una denuncia, el abogado José Oscar Torres y el concejal Jorge Alfredo Morales, ambos cercanos a la Asamblea Jáchal No Se Toca, hicieron una presentación en la Fiscalía local. En el escrito al que Infobae tuvo acceso, acusaron a "dirigentes, empresarios y/o resopnjsables de la empresa Barrick Gold" de "vulnerar y lesionar en forma actual e inminente la salud de la comunidad de Iglesia y de Jáchal, por cuanto el hecho en sí mismo significa un nuevo derrame de solución que contiene cianuro y materiales ricos".
Por lo pronto, se espera la reacción del gobernador Sergio Uñac, quien había dicho que Barrick Gold no tenía más margen de error. Esta vez declaró que va a ser "implacable", pero todavía no tomó ninguna decisión. ¿El problema? En el primer derrame hubo clausura y multa, pero en el segundo no hubo sanciones.
En el sector ambientalista, en tanto, especulan con que aplique la ley. El Código de Minería señala en el artículo 264 que el incumplimiento de las normas debe ser castigado con la "clausura temporal, la que será progresiva en los casos de reincidencia". Y sentencia: "En caso de tres (3) infracciones graves se procederá al cierre definitivo del establecimiento".