Baby Etchecopar: "Nadie me puede pedir que pague los impuestos si no me sacan a los piqueteros"

El conductor de Radio 10 que no teme ser polémico a la hora de analizar la actualidad argentina y cuestionar al periodismo cuenta en esta charla su búsqueda actual por entender qué pasa después de la muerte y cómo fue este año tras la pérdida de su mujer: "Yo era muy familiero y encontrarte con la soledad de tu departamento de nuevo a esta edad es difícil", dice mientras enumera las dificultades con las que se encuentra al hacer de mamá y papá.

¿Qué es lo que más extraña? El momento de reírse y compartir la carcajada juntos: "Si algo nos unía, era el humor, ella entendía muy bien cuál era mi estilo y yo entendía muy bien el de ella, yo era un barrilete y ella tenía la punta del hilo", recuerda y descarta rehacer su vida: "Sería una falta de respeto. Sé que tengo que vivir como un hombre entero. Sé que puedo tener sentimientos y enamorarme, pero por ahora estoy muy cómodo en mi cama".

En el transcurso de la entrevista, Etchecopar denuncia intentos por desestabilizar al Gobierno, asegura que el peronismo no es democrático, que el kirchnerismo le robó 12 años, y responde a quién considera el mejor presidente desde la vuelta de la democracia. A continuación, los principales conceptos de la charla que puede verse completa al finalizar esta nota.

—Me preocupa que vuelven los piquetes, que vuelven los gremialistas. Cuando gobierna el peronismo, se van y cuando hay democracia… Digo democracia porque cuando gobierna el peronismo no hay democracia. Todos sabemos del autoritarismo de Cristina y de Néstor [Kirchner]. El único que no fue autoritario como peronista fue [Carlos] Menem, que no era peronista. A mí me preocupa eso, estamos tapando con el Indio Solari a [Roberto] Baradel. Hay un montón de gente, incluso compañeros míos, que están haciendo lo posible por desestabilizar al Gobierno, por romper este Gobierno, porque vuelva la mafia anterior y eso es lo que me preocupa, no el Indio Solari.

—Viví muchos gobiernos peronistas y los peronistas te llevan puesto. Empiezan así y no paran. Esta situación no la van a cortar, porque la idea es no negociar, no cortarla y generar un caos.

—No soy macrista, lo voté como mal menor para sacar a los otros, porque era inconcebible lo que pasaba. Lo votaría de nuevo si hace falta y lo volvería a votar hasta que se extingan los delincuentes.

—Si no hay justicia, nadie me puede pedir que pague los impuestos. Y nadie me puede pedir que pague los impuestos si no me sacan a los piqueteros de la subida a la autopista a La Plata. No hay pelotas, cada uno se está mirando su traste. No hay voluntad política y tampoco tienen calle, estos pibes tienen mucho saco azul y mucho colegio caro, pero les falta mucho asfalto. El que nunca se bañó con agua fría no puede gobernar la Argentina, el que nunca pasó hambre no puede gobernar la Argentina. A estos pibes les falta.

—Este país, así como está, es una porquería, hay que hacer un país bueno. Los que hacen de este país una porquería son los que están arriba del palco y hacen un país de caos, un país de violencia, un país de brecha, de división. Hay un ejército de las tinieblas que es el ejército de los planes, de la dádiva, de los micros. Tenés 40, 50, 60 mil personas hambreadas, almácigos de pobres que los riegan con un plan, entonces dicen: "Vamos a romper Plaza de Mayo". Además hay personajes como [Luis] D'Elía y [Fernando] Esteche que no pueden estar más. Yo me levanto a la mañana y escucho hablar de D'Elía y de Esteche y digo: "¿Pero para qué pago tanto para vivir acá?".

—Si Macri cree que el hecho de que no esté presa Cristina lo ayuda, se lo van a llevar puesto. Es una gilada que no sé quién le aconsejó.

—La desgracia que tiene el peronismo es que no pide inscripción de socio, cuota de ingreso, entonces muchos delincuentes se esconden detrás del peronismo para robar. El Gobierno anterior fue una gavilla de delincuentes y sinvergüenzas que usaron el poder para robar. Yo tengo mucho odio porque me robaron 12 años de mi vida. Tengo mucho resentimiento, detesto la soberbia de Cristina, detesto que vayan a Comodoro Py y se rían. Detesto a Hebe de Bonafini porque me parece que ensució los pañuelos blancos y se paró arriba de los muertos para ensuciarlos. A [Estela de] Carlotto, que tiene un mensaje con Mirtha Legrand y otro mensaje con Cristina. Esa gente no puede existir más entre la democracia. Es como cuando Moreau le puso a Cristina la boina blanca y no se la sabía poner. Mi papá fue secretario de Illia, yo fui un hombre de Alfonsín, del padre, y no puedo permitir que en esa cabeza entre una boina blanca. Ya ensuciaron los pañuelos, no me ensucien la boina.

—Los pobres que están en la Plaza no son pobres con Macri, son históricos pobres que vienen de Cristina, del bicentenario, son las mismas caras.

—Hoy pregunté en la radio qué eran la encomienda, la mita y el yanaconazgo, algo de sexto grado, y nadie me lo supo contestar. Si voy a esas marchas que hacen los chicos de La Cámpora y les pregunto lo mismo, no saben. Si les llego a preguntar quién mató a Moreno, no saben ni quién es Moreno. No es ahora que no hay clases, hace 20 años que no hay clases en la Argentina porque asistir no es aprender. Hicieron durante 12 años comedores escolares y les regalaron computadoras. Que yo sepa, estudié con un libro y llegué a la Facultad de Medicina, no hace falta tener un enchufe y una computadora; eso déjalo para más adelante, los primeros años dales libros, no hay libros. Los maestros están más preocupados por el sueldo que por el alumno, no hay vocación. Los sindicalistas están más preocupados en agarrar el queso que en defender a los maestros, no hay defensores. Es todo una gran porquería.

LEER MÁS: Luis Majul: "Kirchneristas y una parte del peronismo trabajan para que Macri se vaya mañana"

LEER MÁS: Daniel Vila: "No creo que la Argentina de Cristina vuelva a existir"

—Yo voy a estar a favor del que gobierne bien, del que pacifique, del que abra los colegios, del que ponga maestros que, si no van a laburar, quedan cesantes, porque hay mucha gente que quiere laburar. Yo si no mido, en la radio me echan. Vos si no medís acá, te rajan. Nosotros estamos todos los días dando examen y nunca nos dan el diploma. Sería muy cómodo venir y sentarte delante de la cámara y decir: "¿Está el sueldo? Bueno, me voy". Acá se han perdido la responsabilidad y la dignidad.

—El macrismo tiene ocho partidos diferentes adentro. [Mauricio] Macri es uno, [María Eugenia] Vidal es otro, Lilita Carrió es otro. Cada uno está haciendo su política para el futuro, no veo que tiren todos parejos para el mismo lado. Yo traería a Montenegro para Seguridad porque sé cómo labura, pero un capricho hace que Montenegro esté de embajador y [Patricia] Bullrich en Seguridad, a lo mejor por un capricho de Lilita. Y no se puede manejar un gobierno por capricho, hay que poner a los mejores en los mejores cargos, eso es un equipo.

—Es bueno saber pedir disculpas, yo pido disculpas cuando me equivoco, pero si pido disculpas todos los días, soy un idiota. Esto me hace acordar a Cristina, con la diferencia de que la soberbia de ella no le permitía la disculpa, pero acordate de la isla Demarchi, del tren bala, de tantas giladas que se dijeron y que quedaban ahí dando vueltas en el aire.

—¿Quién fue el mejor presidente desde la vuelta de la democracia? Vos me vas a matar si te digo, pero para mí fue Menem. Alfonsín nos dio la democracia, pero la economía era un desastre; yo soy alfonsinista, lo amo y si hablo un poco de él, lloro. Fue el padre de la patria de la posdictadura. Pero con Menem hubo una política en el primer gobierno, la gente humilde, y yo era humilde, íbamos al súper con 100 pesos y cargábamos tres changos. Quiero un gobierno como el de Estados Unidos, donde lo podés discutir, pero el ciudadano se siente digno, tiene poder adquisitivo para tener el microondas, para tener la cocina, la calefacción, la casa, el auto. Con Menem vos tenías dignidad, porque podías comprar un auto en cuatro años que sabías que siempre era la misma cuota. No sé después qué pasó pero, si vos me preguntás, estábamos felices, la gente vivía más feliz.

—Los peronistas usan la foto de Perón nada más que cuando están en apuros, después son kirchneristas, son menemistas, son duhaldistas, pero cuando los agarran en un ilícito, cuelgan la foto de Perón enseguida y se esconden detrás de la CGT y los peronistas de Perón y Evita. Menem no, Menem fue muy astuto e hizo el menemismo y se bancó estar preso como Menem, no como peronista, porque todo el peronismo le dio la espalda. Pasó lo mismo con Raúl, el radicalismo también le dio la espalda. Cuando veo a Moreau al lado de Cristina, digo: "Y pensar que yo laburé para este tipo, me quiero morir". También hubo grandes sinvergüenzas dentro del radicalismo.

—Lo primero que quiero que haga Mauricio es dejar de escuchar a los amigos y escuchar a los que saben. Después de 15 meses no tiene que haber gente con hambre. No estoy pidiendo con laburo, con hambre. No puede ser que los gobernadores de las provincias tengan tres aviones y no haya un barco factoría chupando las corvinas y regalándoselas a la gente en Argentina. Lo segundo que le diría es que tenga más contacto con la realidad y que tenga un poquito más de huevos, que diga: "Yo soy el presidente y se hace lo que yo quiero". Y en tercer lugar, que ponga mano dura con la inseguridad y con estos tipos que conmueven a la democracia periódicamente. Mano dura no es matar a nadie, es juicio y castigo. "Vos me cortás la calle, yo te tomo los datos, te proceso, vas preso, dale explicaciones a la Justicia". Mano dura significaría que Esteche y D'Elía tendrían que estar presos hace rato. Una cárcel de mano dura para todos los que atentan contra la democracia permanentemente y dentro del caos hacen negocios. Ni hablar de la muerte de [Alberto] Nisman cuando hablo de D'Elía. Mano dura es lo que le están haciendo a [César] Milani y no veo que se muera.

—Lo veo a Baradel, veo a todos estos tipos y pienso: "Estamos condenados". Si hay reencarnación y me levanto dentro de 300 años y vivo acá, voy a ver exactamente lo mismo. Este país está condenado a esto. Algunos sindicalistas son nostálgicos de la dictadura, cuando viven en democracia cómodos, añoran un golpe de Estado para victimizarse. Cuando estamos bien, hacemos lo posible para estar mal. Es el síndrome de Estocolmo, añoramos una dictadura porque dentro de las dictaduras florecen sapos y florecen plantas malas como Bonafini, toda esta gente que se para arriba de las tumbas para hacer negocios con Sueños Compartidos. Todos estos emergentes del caos que ahora están en las plazas llenando y llevando gente de acá para allá y manejando a los pobres sólo se cultivan avalándolos con la dictadura, y ahora se sienten sin abono y están pidiendo a gritos mano dura para victimizarse.

Ver la entrevista completa: