Durante los últimos tres años, los bidones falsificados de detergente para ropa Ariel comenzaron a aparecer en esquinas de calles porteñas, en ferias y a la vera de rutas de todo el país. Se podía encontrar en sus versiones verde y púrpura, hasta se vendían pouchs de relleno. La imitación era muy creíble: los bidones tenían la misma forma y terminación que los originales producidos por la firma Procter & Gamble, lo mismo las etiquetas. Había que mirar de cerca para darse cuenta. El precio también era conveniente; podía venderse hasta la mitad del valor del producto verdadero. Sin embargo, conveniente como suene, el jabón trucho es delito.
Ayer por la tarde, la división Delitos Federales de la Policía Federal allanó siete domicilios en la provincia en zonas como Hurlingham, Moreno, Tres de Febrero y Tortuguitas por orden del Juzgado Federal Nº 3 de Morón a cargo del doctor Néstor Barral. De los siete domicilios, cinco eran puntos de venta, incluido un mayorista en Tortuguitas. Ariel no fue la única marca falsificada; Skip y Vívere también tenían sus versiones truchas, según apuntaron fuentes de la investigación a Infobae.
Había gran cantidad de material tanto envasado como suelto que fue suficiente para llenar tres camiones, un lote valuado en un millón y medio de pesos. Hubo siete detenidos, que recuperaron su libertad en las últimas horas. Los dos puntos restantes que la PFA allanó luego de los puntos de venta fueron, precisamente, las pequeñas fábricas clandestinas, una sobre la calle Granaderos en Hurlingham y otra en la calle El Parque, Tres de Febrero, equipadas con tanques.
El allanamiento de ayer no fue el primer procedimiento de este tipo. 18 mil litros de Ariel falso fueron secuestrados en la zona de Salvador Mazza, provincia de Salta, en septiembre del año pasado. A fines de 2014, una banda que copiaba el producto en Morón y La Matanza cayó con mil litros y diez mil etiquetas; sus 19 miembros fueron demorados. De vuelta al procedimiento ordenado por el Juzgado Federal Nº 3 de Morón, la carátula es por violación a la ley de marcas, vender detergente para ropa con la etiqueta falsa. Sin embargo, el foco puede ser otro. El jabón Ariel falso parece tener un riesgo mayor.
Junto a Delitos Federales se despacharon efectivos de la División Delitos Ambientales: se descubrió que las fábricas habían vertido líquidos tóxicos en las napas de agua. También, se detectó que usaban un peligroso químico para hacer el jabón Ariel ilegal.
En la fábrica de Tres de Febrero se detectaron tambores azules con la leyenda "etoxilado 70%". No era otra cosa que nonilfenol etoxilado, una sustancia empleada en detergentes y también en agroquímicos. Aunque aún faltan las pericias definitivas sobre el material incautado, los peritos químicos de Delitos Ambientales adelantaron la existencia de la sustancia en el jabón Ariel. El nonilfenol etoxilado fue prohibido en la Unión Europea en 2005 al menos como agroquímico: considerado un disruptor endocrino, comprobó que en altas dosis puede alterar el sistema hormonal en seres humanos y otros mamíferos.
La Unión Europea no fue la única. Corea del Sur lo incluyó en su lista de sustancias industriales restringidas a fines del año pasado, particularmente su uso en productos de limpieza. ¿Por qué se emplea? Fácil: es sumamente barato y fácil de conseguir, con un precio minorista de 80 pesos por kilo en el mercado argentino.