Quieren remodelar el Parque Colón alterando el patrimonio histórico

"El Plan Buenos Aires Verde no puede comenzar borrando los sitios históricos de nuestra ciudad. No es signo de progreso el no saber preservar la memoria", se indigna el ingeniero Mario Chiesa, miembro de "Colón en su lugar", una de las agrupaciones más activas en la defensa del patrimonio histórico-cultural y que, como su nombre lo indica, aboga por la vuelta del conjunto de quince estatuas que forma el Monumento al navegante genovés, hoy desguazado en Costanera.

En el marco de la concreción del Paseo del Bajo, un corredor y espacio verde de unos 6 kilómetros de largo y que irá de Retiro hasta la entrada a la autopista a La Plata, el Gobierno de la Ciudad ha proyectado un rediseño del Parque Colón para, entre otras cosas, reubicar el helipuerto presidencial y crear el que se llamará "Metrobús del Bajo".

Esto implicaría la remoción de la cripta histórica del Monumento de Colón (subterránea, y que ha quedado debajo del pedestal de la estatua de Juana Azurduy) y la desaparición de la plazoleta 11 de Junio de 1580, con la estatua del fundador de la ciudad de Buenos Aires Juan de Garay y el árbol de Guernica de casi cien años. Todavía no se sabe qué suerte correrá el monumento al almirante Guillermo Brown que también se encuentra en la zona a remodelar.

También sería reubicada la estatua de Juana Azurduy -la que desplazó a Colón-, lo cual no puede ponerse al mismo nivel de pérdida patrimonial por varios motivos. Primero, no se trata de un monumento con valor histórico como lo era el de Cristóbal Colón –removido por Cristina Kirchner contra viento y marea y sin respaldo judicial aunque sí con anuencia del entonces jefe de Gobierno Mauricio Macri-, que fue una donación de la colectividad italiana con motivo del Centenario y por lo tanto llevaba allí un siglo, formando ya parte del tradicional paisaje urbano. Por otra parte, el monumento a Azurduy deja mucho que desear en cuanto a calidad estética: no sólo no armoniza con el estilo arquitectónico de la Casa de Gobierno sino que fue esculpido con un material de baja calidad que le da, a poco de inaugurado, un desagradable aspecto de deterioro.

Por otra parte, respecto al Monumento a Colón, el juicio de amparo para que sea reconstruido en su sitio histórico está aún a la espera de un fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, recuerda Mario Chiesa. Pese a esto, y a las promesas de poner fin a una etapa en que lo institucional era frecuentemente sacrificado en aras del antojo político del momento, desde la Presidencia de la Nación se ha dado vía libre a la tarea –que habría empezado este 1º de marzo- de rearmado del conjunto de quince estatuas que componen el monumento a Colón en el espigón de Costanera Norte, consumando así definitivamente el capricho iconoclasta de la ex presidente Cristina Fernández de Kirchner.

¿Por qué no aprovechar esta remodelación del Parque Colón para devolverle la carga histórica de la que fue despojado, restituyendo el Monumento de Colón, memoria de nuestros orígenes, a su lugar tradicional? El costo sería el mismo que el de rearmarlo en Costanera Norte.

En tal sentido, existe una petición, motorizada a través de Change.org, y dirigida al jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, para que el monumento sea reconstruido en su lugar original.

"Aun pudiendo utilizar la actual traza que circunvala Parque Colón, se proyecta hacer desaparecer la mitad este del parque para cruzar exactamente por encima de la cripta histórica, que entonces sería demolida", señala Chiesa, cuya agrupación ha presentado un proyecto alternativo.

Por otra parte, agrega, los cambios propuestos no han sido aprobados en la Legislatura –pese a que las leyes referidas a estatuas necesitan de doble lectura y de una audiencia pública intermedia- ni tienen en cuenta el hecho de que el Parque Colón ha sido declarado sitio histórico por decreto presidencial de julio de 2014. Por otra parte, la Comisión Nacional de Monumentos debe tener algo que decir de esta idea de volar a Garay de su emplazamiento central. ¿La habrán consultado?

¿Es razonable supeditar el patrimonio histórico arquitectónico de la ciudad al deseo de desplazar el helipuerto presidencial para acercarlo cien metros, desde su actual ubicación junto a la avenida Madero hacia el sitio que actualmente ocupa ni más ni menos que la estatua del fundador de la ciudad Juan de Garay?

En lo que concierne a si debe o no reconstruirse el Monumento a Colón en su lugar, en diciembre pasado la Corte Suprema pidió los antecedentes del caso para su estudio.

Y el 1º de febrero pasado, el abogado Alejandro Marrocco presentó un escrito ante la Corte solicitándole que ordenase a la Secretaría de la Presidencia de la Nación y a la Jefatura de Gobierno de la Capital que se abstuviera de "realizar cualquier acto irreversible o económicamente gravoso sobre las piezas del Monumento o sobre su lugar de emplazamiento hasta tanto la Corte se expida sobre la admisibilidad del recurso".

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El Gobierno de la Ciudad acaba de vender parcelas para recaudar fondos con el fin de solventar este proyecto. En la Audiencia Pública que tuvo lugar el 24 de febrero último, con el fin de analizar las normas urbanísticas para desarrollar el corredor vial llamado "Parque Lineal del Paseo del Bajo", el colectivo "Colón en su lugar" al que pertenece Mario Chiesa y que agrupa a más de 100 instituciones nacionales de diversos ámbitos –entre ellas, las ya centenarias asociaciones de descendientes de italianos en el país– presentó un escrito en el cual aclaran que no se oponen al proyecto en sí, sino al "recorrido que el Gobierno quiere darle al llamado Metrobús del Bajo, cuya traza –si se construye según la versión que muestra el Gobierno– acabaría con los sitios históricos centenarios" de la Ciudad.

En resumen, en el proyecto de remodelación de la zona aledaña a Casa Rosada se propone, con el objetivo declarado de recuperar el Parque Colón, la anulación lisa y llana de varios lugares históricos: sería demolida la Cripta del Monumento de Colón, desaparecería la plazoleta 11 de junio de 1580, de más de 100 años, que recuerda la segunda fundación de Buenos Aires, con la estatua de Juan de Garay y el árbol de Guernica, y posiblemente también haya que remover el monumento al Almirante Guillermo Brown.

En concreto, en una sola movida, se llevarían por delante a Colón, Garay y Brown, tres nombres fundamentales del pasado de la Argentina, en una actitud a-histórica que demuestra que, en este aspecto, la continuidad respecto de la gestión anterior prima sobre el cambio.

Estos cambios están lejos de ser necesarios. "Colón en su lugar" propone reponer el Monumento de Colón en su lugar original, preservar la plazoleta de Garay y el monumento a Brown, ubicando el helipuerto presidencial en la terraza de Casa Rosada y la traza del Metrobús del Bajo en la actual avenida La Rábida.

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