Un policía de Córdoba mató hoy de un tiro a un adolescente de 18 años que manejaba una moto, cuando no paró en un control vehicular en una esquina de Carlos Paz. El primo de la víctima, que lo acompañaba, aseguró que no logró detenerse a tiempo porque al vehículo le fallaban los frenos.
El agente Rodrigo Belardo Bustos, de 25 años, fue detenido por orden de la fiscal de Villa Carlos Paz Jorgelina Gómez e imputado como presunto autor del delito de homicidio calificado. La fiscal explicó que el agravante se debe a que el hecho ocurrió en ejercicio de sus funciones como policía.
La víctima, Franco Enrique Amaya, de 18 años, recibió un disparo en el tórax cuando conducía su moto en esa ciudad serrana a las 2:30 de la madrugada y se encontró con un control de vehículos.
El joven que murió trabajaba en un lavadero y estudiaba peluquería, en un curso que iba a finalizar mañana. No tenía antecedentes penales, ni iba armado cuando fue agredido. Los dos jóvenes que iban en la moto se dirigían a la casa de la víctima a buscar una camisa, para luego ir a un baile del cantante cuartetero Ulises Bueno.
Según el joven sobreviviente, que se identificó como Agustín, su primo no logró frenar a tiempo porque "venía con pocos frenos". Mientras intentaba rebajar la velocidad, y al ver que el policía desenfundó el arma, comenzaron a hacerle señas para que no dispare. Pero cuando llegaron a la esquina de Juan B. Justo y Alem de Carlos Paz, el agente tiró a menos de un metro y la bala impactó en el cuerpo del joven.
"El policía salió de repente, un metro antes de que lleguemos y sacó el arma. Mi primo quiere frenar y cuando empezó a hacer los rebajes, el policía le disparó de una, sin pensar nada. Le disparó al lado, vi que le empezó a faltar el aire y a agonizar", contó el joven a la prensa local.
"Escuché un zumbido que me dejó sordo y escuché otro (disparo) a lo lejos", relató. "Nos caímos al piso y cuando yo lo veo, el policía viene y me dice 'no le pegué, no le pegué' y estaba desangrándose y yo le decía 'cómo que no'", manifestó.
"Mi primo me miraba y agonizaba, quería traerlo en la moto pero no me dejaban (los policías)", aseguró. Por el lugar pasó el auto de un amigo, que paró y, pese a la negativa de los uniformados, lo cargaron y lo trasladaron a la guardia del Hospital Municipal "Gumersindo Sayago". El joven falleció minutos después de llegar al establecimiento.
La directora del Hospital Sayago, Judith Barrera, dijo a radio Universidad, que Amaya "ingresó con una herida de arma de fuego con un paro cardiorrespiratorio". "No tuvimos éxito en la reanimación", lamentó la médica.
El área de prensa de la Policía de la provincia difundió una versión que indica que, cuando los efectivos quisieron realizar el control de la moto, el conductor habría acelerado y se habría dirigido hacia los uniformados.
"Uno de los dos policías del control se tiró al piso y escuchó a su compañero (Rodrigo Belardo Bustos) realizar un disparo", dijeron las fuentes de la Policía al diario cordobés La Voz del Interior.
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