"Tuve una vida fantástica cuando era terriblemente joven y mi esposo me adoraba, y me cuidaba mucho y me cubría de joyas. A veces pienso que sería maravilloso volver, nada más que por dos o tres días, a ser otra vez la señora de Fortabat de antes".
"¿Sabe qué habría que hacer con los políticos? Meterlos a todos en una coctelera y sacar lo mejor de cada uno. Si todos hicieran un sacrificio personal y ofrecieran lo mejor de sus ideas, ¡qué diferente sería todo! ¡Qué distinto si el partido ganador tuviese la suficiente personalidad para llamar a gente que no fuera partidaria pero sí brillante!".
"Yo hago política todos los días, pero no hago política partidaria. No creo que sea necesario afiliarse para manifestar simpatía. Yo tengo mucha simpatía por los máximos dirigentes de todos los partidos".
"Desde hace tiempo destino parte de mis dividendos a mi Fundación. ¿En qué quiere que los gaste? ¿En vestidos? Ya pasó mi época de comprar vestidos de alta costura francesa. Tampoco me compro alhajas. Uso las que me regaló mi marido, que me adoraba. Yo también lo adoraba. Eso fue lo que yo llamo 'la Belle Epoque'".
"En mi cuarto no hay olor a perfume francés, hay olor a periódicos".
"¿Si el dinero hace la felicidad? El dinero es una herramienta para alcanzar la felicidad. Ayuda, porque permite que cuidemos a la gente que amamos. Para mí, como dice el Evangelio, con el dinero uno solo es 'Administrador de los bienes del Señor'".
"Ser feliz está profundamente ligado al hecho de recibir amor y poder devolverlo. Porque el amor es un camino de ida y vuelta. Yo puedo decir que soy feliz, porque tengo mucha gente que me ama, aparte de mi familia".
"¡Nunca me iría de Argentina, mi país! Me costaría muchísimo ir a trabajar en el extranjero. Tendría que ser un país muy civilizado. Tendríamos que hablar la misma lengua. No en el sentido del lenguaje, sino de pensamiento. Sería un último caso. Siempre pienso en invertir acá. Si no son las vacas, es el ferrocarril, si no es el ferrocarril, son las fábricas…".
"Siempre tengo ideas distintas en la cabeza. Tengo como cuatro calesitas distintas dando vueltas, pero algún día se encuentran. Tengo tantas ideas que no me va a alcanzar la vida, se las voy a tener que pasar a mis nietos para que las hagan. Yo siempre me estoy adelantando a la vida. Y tengo más proyectos en mente…".
"No soy revolucionaria. Soy evolucionaria, evolutista. Me encanta todo lo que es progreso, todo lo que es ayudar".
"Dicen que soy una perdedora en las privatizaciones, pero cuando se trató de participar en las sanitarias o de electricidad, me dije: 'Soy una mujer que ocupa un lugar público y desde mi fundación entrego mucho dinero para mejorar la situación de la gente. ¿Con qué cara podría aumentar las tarifas o cortar la luz si la gente no quiere pagar?"
"Tener poder es una sensación muy agradable. Primero, dinero es poder, pero no es todo. Puede haber alguien muy rico y que no tenga poder. Mi poder es muy sencillo… A mí me encanta el poder".
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